Flor de difunto: Caléndula dorada de mi vida, tibia, eterna, esposa del Sol de día, amarilla, gran luz de los campos flor de difunto en tu grandeza antigua. Que baile el tiempo sobre tu flor que ni te importa la estación, sobre tu quietud alcanzo la verdad del ser sin preocupación alegría da verte, belleza creada del rayo de sol, dame tu luz descíframe el saber de tu ser para tu oro tener ese por el que el muerto encuentra su luz y la abeja tu beso tener lozanía del camino si silvestre naces al ocaso del lucero tus flores cierras en verso. El Castellano Cáléndula joven del camino, vieja de la senda que lleva a tu casa, ardor de luz brotado entre florestas hirientes, alza tus pétalos comunión de insectos, por estos solitarios caminos que me llevan a verte alzas en pitanza tu verde semblanza, de la tierra vida en añoranza, fulgor entre tus sienes, darás de flor simientes, así demostrarás que no hay tierra sin flor así no importe estación, María oro, flor de los difuntos, luz entre ...
Parnaso devorado mar de sienes ingentes caricias, mísera era ala. Escalé mi dulce yermo y sonrojo acontece fiel de almíbar lira y arpa el serrín de destino, oh tormento jamás yerto, no te necesito, me necesitas fiel de asidero. Va mientras mi barca procurando paz de un conflicto nunca existió. y ella, dudo de su realidad; jamás mil máquinas parirán la Flor. Förüq y Leannán-Sídhe