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El druida

 




ODIO no conoce, un respiro
abre su eternidad un tiempo luminoso,
viento entre cipreses bebo del oro mi mente
buscando respuesta entre el anzuelo
y cebo a ser feliz, una razón encontrada,
como un relato difunto olvidado,
todo es sostener una furia
impélida, resistencia me blande,
como furia desmedida un diálogo,
con mi espíritu un arroyo de virtudes,
cerros del énfasis, un sortilegio,
entre heridas, un romance del arma
y mi mano ama,
recuerdo el cielo, recuerdo el abismo,
un círculo de fuego,
defectos en escalas hacia el Averno terreno,
final en principio, belleza entre todo el fracaso,
destello entre el suelo azur,
fuego sin trono ni normas,
perfección de perfecto novato,
esencia del mundo dónde,
Vendo mi alma por un guiño enigmático
o una veta de sonrisa,
no renunció a su caldo de estrellas,
Oh, Musa.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

Lugar UME Guadalajara


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