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Oda al caracol silvestre

 


Caracol silvestre, caracol serrano.
Te escribo caracol del camino enervado
¡Oh tus fauces! Blandas que muerden
su estadía alimenticia.
Del romero al tomillo, desde la jara resinosa,
al brezo flamante.
Tu deslizar por el terreno húmedo,
de la amapola a la caléndula arvensis
con su savia dura.
Desde el musgo a la piedra
igual a la siguiente;
idéntica a la anterior.
Oh caracol, judío blanco,
oh caracol marrón de todo jardín,
caracol estriado
la pulcritud de carbono de tu casa,
mi casa.

Miguel Esteban Martínez García


UME unidad media estancia Guadalajara

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