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OSTARA

 






El camino vestía empedrado
empedernido fue el querer
perniciosa su dificultad;
ojo que tierra calzaba,
en medio el suburbio los condenados,
brilló una,
la flor,
vestida en pétalo
colmada,
y dijo soy Ostara,
reina que nada me querella,
en mitad de un verso
eclosionó
un nuevo cuervo,
Förüq soy 
te protejo mi reina Hada,
Turia acompasaba
y dictaba:
Oh, Ostara, y que  la flor
sea por divinidades flor,
miré su campiña,
nada mejor parecía,
de su tierrita
brotó su hija
Ostara, soy Leannán-Sídhe
tu Doncella escarlata,
Señora Hada dueña
todas entrañas de la Tierra bella,
y que la Flor sólo sea la Flor, mi madre eternal,
el tigre mira a otro hombre
buscando éxito,
cuando el sueño del trabajador campesino
es merecido colchón,
el sueño del rico...
Es locura su abundancia,
Ostara ventura viste tu dicha,
fuego de los mares,
la brillante del firmamento
Escita,
bajo tus faldas
siembras florestas
y desp𝖎ertas en blasón
la Esse Veris,
Dilectus tu fachada,
de belleza
sin rival,
Ostara blandes mi Quimera,
en un mundo disuelto,
alabanza de Sol eres,
reafirmo mi casta
Cuervo Förüq que te amima,
Ostara Morrighán tu hermana,
de un lecho te construyo con flores
osarán tiempos rendirte pleito,
que perfeción es tu apellido,
no valgan alhajas a rendirte
mi dama perenne,
mi inmortal Ostara.


Förüq y Leannán-Sídhe


MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

A 7-03-2025

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