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José Manuel Quintana - El Panteón del Escorial






















En los amargos dias ,
Que serán luto eterno en la memoria ,
Yá los siglos remotos indignada
Con hiel y llanto pintará la historia ;
Quando despues de reluchar en vano
Con la dura opresion en que gemia
La tierra sin aliento al yugo indigno
El cuello pusilánime tendia ;
Al tiempo que el destino
Las espantosas puertas desquiciando
Del imperio del mal sus plagas todas
Sobre España lanzaba ,
Y ella míseramente agonizaba ;
Yo entonces afligido
Pide, dixe á mi espíritu , sus alas
Á la paloma tímida , inocente ,
Tómalas , vuela , y huye á los desiertos ,
Y vive alli de la injusticia ausente.

Al punto presurosas
Mis plantas se alejaron
A las sierras nevadas y fragosas, Lindes eternos de las dos Castillas.
Ya sus cimas hermosas
Mi pensamiento alzaban
Del fango en que tú joh corte! nos humillas
Cuando mis ojos la mansión descubren Que en destinos contrarios
Es palacio magnífico a los reyes Y albergue penitente a solitarios.
En vano el genio imitador su gloria
Quiso allí desplegar,


¿Qué vale joh Escorial! que al mundo asombres
Con la pompa y beldad que en ti se encierra, Si al fin eres padrón sobre la tierra
De la infamia del arte y de los hombres?
¡Mas no es tumba también!...» Y en esta idea
Embebecido el pensamiento mío, Quise al recinto penetrar, en donde Bajo eterno silencio y mármol frío
La muerte a nuestros principes esconde.
¡Salud, célebres urnas! En el oro, En las pomposas letras que os coronan, Decidme, ¿qué anunciais? ¿Tal vez memorias, Memorias, jay! en que la mente opresa
Con el dolor presente
Pueda aliviarse al contemplar las glorias Que un tiempo ornaban la española gente?
¡Sepulcros, responded!... Y de repente
Vuélvense de la bóveda las puertas Sobre el sonante quicio estremecido, La antorcha muere que mis plantas guía, Y embargado el sentido, Mil terribles imágenes se ofrecen A mi atemorizada fantasía.
Tú que ciñendo de laurel la frente,

Mil terribles imagenes se ofrecen A mi atemorizada fantasía.
Tú que ciñendo de laurel la frente, Con austero semblante Y en perdurable verso
Presentas la verdad al universo, Sin que el halago pérfido te vicie
Ni el ceño de los déspotas te espante:
¡Oh Musa del saber! mi voz te implora;
Ven, desata mi labio, en digno acento
Dame que pueda revelar ahora Lo que vi, lo que oí, cuánto escondido, Sin que los hombres a entenderlo aspiren, Yace allí entre las sombras y el olvido.
Un alarido agudo, lastimero,
El silencio rompió que hondo reinaba, Mientras las urnas lánguidas alumbraban
Pálida luz de fósforo ligero.
Levanto al grito la aterrada frente, Y en medio de la estancia pavorosa Un joven se presenta augusto y bello.
En su lívido cuello

Del nudo atroz que le arrancó la vida
Aún mostraba la huella sanguinosa;
Y una dama a par de él también se vía, Que, a fuer de astro benigno, entre esplendores
Con su hermosura celestial sería
Del mundo todo adoración y amores.
¿Quién sois? iba a decir, cuando a otra parte
Alzarse vi una sombra, cuyo aspecto De odio a un tiempo y horror me estremecía.
El insaciable y velador cuidado, La sospecha alevosa, el negro encono, De aquella frente pálida y odiosa
Hicieron siempre abominable trono.
La aleve hipocresía,
En sed de sangre y de dominio ardiendo, En sus ojos de víbora lucía;
El rostro enjuto y míseras facciones
De su carácter vil eran señales, Y blanca y pobre barba las cubría
Cual yerba ponzoñosa entre arenales.
Los dos al verle con dolor gimieron:
Paráronse, y el joven indignado, «¿Qué te hicimos? ¡oh bárbaro! exclamaba;
¿Conoces a tus víctimas?» «Respeta, Dijo el espectro, a quien el ser debiste por el bien del Estado al fin moriste.
Resignate.»

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(231 ) EL PANTEON DEL ESCORIAL. Enlos amargos dias, Queseránluto eterno enlamemoria, Yálos siglos remotos indignada Conhiel y llanto pintará lahistoria; Quando despues de reluchar envano Conladura opresionenque gemia La tierra sin aliento al yugo indigno El cuello pusilánime tendia; Al tiempo que el destino Las espantosas puertas desquiciando Del imperio del mal sus plagas todas Sobre España lanzaba, Yella míseramente agonizaba; Yo entonces afligido Pide, dixe á mi espíritu, sus alas Álapaloma tímida, inocente, Tómalas, vuela, y huye á los desiertos , Yvive alli dela injusticia ausente. Alpuntopresurosas

(232) Misplantas sealejaron Álassierrasnevadas yfragosas, Lindes eternos de las dos Castillas: Ya sus cimas hermosas Mipensamiento alzaban Delfangoenquetú¡ohCorte! noshumillas; Quando mis ojos lamansiondescubren, Queendestinos contrarios Espalaciomagnífico á los Reyes, Yalbergue penitente ásolitarios. EnvanoelGenio imitadorsugloria Quisoallidesplegar: negando el pecho Álaorgullosaadmiracionqueinspira; ¡Artes brillantes, exclamé conira, Será que siempre esclavas Osvendais al podery álamentira! ¿Quévale¡ ohEscorial! que al mundo asombres Conlapompay beldad que entí se encierra, Si al fin eres padron sobre la tierra Dela infamiadel arteydeloshombres? ¡Mas no es tumbatambien!.... Y en esta idea Embebecido el pensamiento mio , Quise al recinto penetrar, endonde

(233) Baxo eterno silencioymármol frio Lamuerte á nuestros Príncipes esconde. ¡Salud, célebres urnas! Enel oro, Enlas pomposas letras que os coronan, Decidme, ¿quéanunciais? ¿Tal vez memorias, Memorias, ¡ay! en que la mente opresa Coneldolorpresente Puedaaliviarse al contemplar las glorias , Queuntiempoornabanla española gente? ¡ Sepulcros, responded!..... Yde repente Vuélvensede labóveda las puertas Sobreel sonantequicio estremecido , Laantorchamuere que mis plantas guia, Yembargado el sentido, Mil terribles imágenes se ofrecen Ámiatemorizada fantasía. Túqueciñendo de laurel la frente, Con austero semblante Yenperdurable verso Presentas la verdad al universo, Sinque elhalagopérfido te vicie, Nielceñodelos déspotas te espante; ¡OhMusadelsaber! mi voz te implora:




(234) Ven,desatami labio,endigno acento Dame, quepueda revelar ahora Lo que vi, lo que oí, quanto escondido , Sinque loshombres áentenderlo aspiren, Yacealli entre las sombras yel olvido. Unalarido agudo, lastimero, El silencio rompió quehondo reynaba, Mientras las urnas lánguida alumbraba Pálída luz de fósforo ligero. Levanto al grito la aterrada frente, Yenmediodelaestanciapavorosa Unjóven se presenta augusto y bello. En su livido cuello Del nudoatroz quele arrancó lavida Aunmostrabalahuella sanguinosa; Yunadama ápar de él tambiensevia, Que á fuer de astro benigno entre esplendores Consuhermosura celestial seria Del mundo todo adoraciony amores. ¿Quién sois? ibaádecir; quando á otra parte Alzarse vi una sombra, cuyo aspecto Deodio áuntiempo yhorror me estremecia. El insaciabley velador cuidado,

(235 ) La sospecha alevosa, el negro encono, De aquella frente pálida y odiosa Hicieron siempre abominable trono. Laalevehipocresía En sed de sangre y dedominio ardiendo En sus ojos de víbora lucía: El rostro enxuto y míseras facciones Desu carácter vil eran señales , Yblanca y pobre barba las cubria Qual yerbaponzoñosa entre arenales. Los dos al verlecondolorgimieron: Paráronse, y el jóven indignado , ¿Qué te hicimos , ¡oh bárbaro! exclamaba; Conoces átus víctimas?-Respeta, Dixo el espectro, á quien el ser debiste; Por el biendel estado al fin moriste. 1 Resígnate. EL PRÍNCIPE CARLOS. ¡Oh hipócrita! La sombra De la muerte te oculta, ¿y aun pretendes Fascinar, engañar? Quando asolados Por tu supersticion reynos enteros ,




( 236 ) Yolososécompadecer,túentonces Criminal me juzgaste, yal sepulcro Mehiciste descender.Mas sienel pecho Deunhijo del fanático Felipe No pudo sindelitohaber clemencia; ¿Quál fue, responde, lasecreta culpa Deesta infeliz paramorir conmigo? Ni su sangre real, niel ser tuesposa, Ni su noble candor, ni suhermosura, Detípudieronguarecerla.. Unhondo Gemidoentonces penetró los ayres, Quealdesplegar sus labiosdió la triste. te ISABEL DE VALOIS Ó.DE LA PAZ. ¡Ay, prorumpió, de laque nacehermosa! ¿Quélavaldráqueensuvirtudconfie, Si laenvidia ensu daño no reposa, Yla calumnia hiriéndola se rie? Yodi al mundo lapaz,Paz menombraron. Quise al cruel, que se llamó mi esposo, Unhorror impedir, y este es mi crímen: Pedí por tíconlágrimas: mis ruegos Qual sideuntorpeamorfuesennacidos




(237) Irritaron su mente ponzoñosa. Lavil sospecha aceleró el castigo, Ysinsalvarte perecí contigo: ¡Ay infeliz de la que nace hermosa ! Dixo,yvertiendo lastimoso llanto, Enloshombros deljóvenreclinada, Sus ojos melancólicos y bellos Fixaba en él, yla amistad mas viva, Lamasnoble piedad reynaba enellos. Entre sus manos frias Semiraba la copa envenenada, Queterminó sus dias, Yel Príncipe en las suyas agitando Un sangriento dogal, con faz terrible Ásubárbaro padre atormentaba. Eltirano temblaba: en sordos ecos Desesperados ayes Suboca despedia, Yde sus miembros trémulos Enconvulsiones hórridas Brotaba ásudespecho la agonía. Sí: nacerparael mal,romperse el velo Delailusionquearrebatóháciael crímen, en




(238) Presentes ver las víctimas que gimen, Ser odio, exêcraciondel universo, Mirar que niega laimplacable suerte Todo retorno al bien; jay! al perverso Este infierno tal vez en vida alcanza; L Si aunle sigueálos reynosde la muerte, ¡Qué terrible, oh virtud, es tu venganza! Sobrepujando enfinpor unmomento , Laagitacion , y vuelto hácia su hijo FELIPE 11. Cesa, cruel, de atormentarme, dixo: Tumuerte injusta fue; pero elestado.i Conellarespiró : si tú vivieras , Rota la paz, turbada la armoníad Deun imperio hasta alliquietoysereno, Túprofanáras su inocente seno Conlaatroz sedicion, conlaheregía. 131 EL PRÍNCIPE CARLOS. Mandar, solo mandar, que seestremezca La tierra á vuestro arbitrio, este es el órden, Estala ley conque regis almundo




(239) Tú y tus iguales; y al ahogar la vida Delas naciones míseras que os sirven Daisel nombre de paz al desaliento Deladevastacion. ¡Oh de Felipe Hijos, nietos imbéciles! decidle , Quéresta ya de la nacion que un tiempo Almundo dominó como señora: Alzáos del polvo, y respondedle ahora. Álos tremendos ecos Delaimperiosa voz ,que resonando Fuecomo trueno bronco porloshuecos Deaquellas tumbas; de repente abiertos Susmármoles tres sombras abortaron , Queen vez de amor úhorror, desprecio solo Ypiedad injuriosa me inspiraron. Alzabaalcielo sin cesar los ojos Con apariencia mística el primero, Dexando el cetró en tanto por despojos Áunmercenario vil, cuya avaricia Mientras mas atesora, mas codicia. Enjuegos, danzas , farsas distraido, Yal crótaloprocaz dando el oido, El segundo se entrega álos placeres,.




(240) Yelreynoyeldeberpone en olvido. Trémuloel otro respiraba apenas: ¡Oh Dios! ¿Y esto era Rey átanto imperio? Nulo igualmenteá la virtud que al vicio, Indigno de alabanza ó vituperio, Laestrella ingrata que su ser gobierna Ledestinó en elmundo Áimpotenciaoprobiosa, á infanciaeterna. Viólos Felipe, y en aquel momento Lució ensu faz la magestad pasada: Viólos, ydixo: FELIPE II. ¿Quiénes sois ? ¿Qué hicisteis Del inmenso poder que se extendia Conpasmouniversalde polo á polo? Tal os ledimuriendo: al nombrehispano, Ásuesplendory bélica fortuna Tembló el Frances , se estremeció elBritano, Yleoyócon terror la Media Luna. t FELIPE III. Yonacíparaorar: un solodia




(241) QuisemostrarmeRey,yde sus lares :: A Álas arenas lībicas lanzados Unmillon de mis súbditos se vieron. Loscampos todos huérfanos gimieron, Llora laindustriasuviudez: ¿qué importa? Suvoz nollegóámí. : FELIPE IV.Sard Yael tronodeoró on Queátantoafanalzaron mis abuelos,.. Debaxodemispies sederrocaba; Mientras queembebecidoentrefestines Yo, olvidando mioprobio, respiraba El auradeldeleyte enlos jardines. ) CARLOS II. Yo inútil...... FELIPE II. 11 Bastaya: ¿quiénhay quealverte Pueda ignorar la deplorable suerte Deeste imperioentusmanosmoribundo? EL PRÍNCIPE CARLOS. Aunnobasta: responde;¿áquiénelmundo : 16




(242) Tevió dexarel vacilante trono? ¿AquiéndisteelpoderdeAustria ?. 10. 10 ٤ ١٠٢٠ CARLOS II.ex ÁlaFrancia. FELIPE II. ¡Á laFrancia! ¡Á esa genteabominable, Eterno horror de la familia mia! ¿Lo oyes ,oh padre? Las legiones fieras ) A 1 T :) Que enSanQuintintriunfaronyenPavía, Baxo el yugo se vendelosvencidos: ¿CómoEspaña estanvilquelo consiente? No hayduda:unastropérfido, inclemente .... Seha complacido eneclipsar mi nombre, Yel mundo envano mellamó el Prudente. Asi en estos inútiles clamores Suconfusion frenético exhalaba; Quando las losas del sepulcro hendiendo, Sevióunespectro augusto y venerable, Queálosdemas enmagestad vencia. El águila imperial sobre él tendia Paradosel sus alas esplendentes,




(243) Yenarroganteostentaciondegloria Entre sus garras fieras y valientes El rayode laguerraarder se via, Yellauro tremolarde lavictoria. Unmontedearmasrotas ybanderas Debélicos blasones Antesus pies indómitos yacia: Despojos que á su esfuerzo las naciones Vencidas,derrotadas le rindieron. Las sombras á su aspecto enmudecieron, Yélconfieroademan, vuelto al tirano, Dixo: CARLOS V. ¿Por quéculpar á las estrellas Deesamengua cruel? ¿Por qué te olvidas Detu ambicion fanática y sedienta , Quedeprudenciael nombre sacrosanto Áusurparseatrevió? Yo los desastres DeEspañacomencé,yel triste llanto, Quandoespirando en Villalar Padilla Morir vió en él su libertad Castilla. Tú los seguiste, y consu fiel Lanuza CayóAragon gimiendo.Asi arrollados Los nobles fueros,las sagradas leyes




(244) Queerandel pueblofuerza y energía; ¿Quién, insensato, imaginar podria, Queensíabrigandocorazondeesclavo, Señor gran tiempoel español seria? ¿Qué importabadespues con lavictoria Dorar la esclavitud? Esos trofeos Comprados fueronya con sangrey luto DeladespedazadaMonarquia. Mírala entreellos maldecirme ágritosYeraasi: queagoviadaconel peso Detantotriunfo allise querellaba Dolientey bella una muger, y en sangre Toda lapompamilitar manchaba. Élprosiguió: : CARLOS V... ¿Las oyes?Esas voces Demaldicionyescándalo sonando Desigloensigloirán,de genteengente. Yoel trono abandoné: tecedí el mando, Tevireynar..... ¡Oh errores! ¡Oh imprudente Temeridad! ¡Oh miseros humanos! Si vosotros nohaceis vuestra ventura, ¿Lalograreisjamasdelos tiranos ?




(245 ) Llegaba aqui , quandodelaalta sierra Bramador huracan fue sacudido, Detempestad horrisona asistido, Para espantary combatir la tierra. Derramóse furioso por los senos Del edificio: el Panteon temblaba; La esfera toda se asordaba á truenos: Ásuatrozestampido Depar enpar abiertas Fuerondelahondabóveda las puertas: Entraronlos relámpagos: su lumbre Las sombrasdisipó,yenmudecido, Yenvueltoyo en pavor cobroel sentido; Qual si contanta magestad quisiera Solemnizar el cielo Laterrible leccionqueantes me diera. (Abrilde1805.)

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