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Sanguinoso

 





LLego desde
la fúlgida sangre,
desde la espiral,
enterrada en lo más profundo
del corazón de la tierra,
desbordadas van ya mis venas,
que enramadas enraízan
las sepulturas,
oscuras letras
que acogen
palabras desde la sangre
que vengo,
a cal y canto van los cuerpos
errantes
mi voz surtidora
de sueños implacables,
crecen mundos risueños
en sueños precoces,
sangre de tapias, muros y valles,
llegan criqueantes,
granates mis llantos.
Desde tu silencio me llamas,
con son de melosas
caricias reverberantes,
oh si fueses mía,
otro son tartamudo
zumbaría,
que tu poesía de todos
sería única,
capaz de flagelar pasados hirientes,
de acicalar ríos de flores en sus gotas.
Muda sombra donde crece un ocaso,
y acaso no hay angustia persista,
yo clavo en madera
navaja de letra
y va que vino a plañir mi alma,
oh oculto revolar de fantasía,
se desbordó profano el aire,
voces límpidas se ven en la noche,
adiós dijo la luna,
vestida en tules
y sonrisas aplacadas,
adiós dije yo cerros,
simientes y molino,
entre pinos y atochas lejanas
enterré mi poema,
por poder leerle a ella.


Förüq y Leannán-Sídhe

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