Al virgíneo corazón afloro que apelo mi secreto de mis dientes bajo tierra; ahora soy un agua, sintiendo los retazos de un pasado perenne, oh, si querencia brillase que bastase sus pies desnudos, en espuma de riberas precoces, su cabello suelto como un gato mi razón ungida como mundo diminuto, pájaro, mano, que posan sin hacer ruido, pecho alegre y su silencio boga, sonrisa arde milimetrando su compostura oxidada, existencia como error vaporoso que puede acariciarte, sollozo en rizo de tu dedo, sobre turquesa y beso enterrado, eternidad de campo abierto de última araña su acecho. Espera que se lleva a cuestas como temblor en tu vientre de seda, a celeste marca entono, mi amor que no duerme, ni de oscuro latido cierran sus deidades de ojos, era erróneo lo sentido, como el beso da la luna al cuerpo horizontal en su lecho, contemplador extasiado te entabla, ciñe torno a mí, escúdate de las dulces mentiras de nada servirá tu pesquisa, yo te morderé porque yo te amo. Förüq...
Parnaso devorado mar de sienes ingentes caricias, mísera era ala. Escalé mi dulce yermo y sonrojo acontece fiel de almíbar lira y arpa el serrín de destino, oh tormento jamás yerto, no te necesito, me necesitas fiel de asidero. Va mientras mi barca procurando paz de un conflicto nunca existió. y ella, dudo de su realidad; jamás mil máquinas parirán la Flor. Förüq y Leannán-Sídhe