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Tú, surco magnético

 








Al virgíneo corazón afloro que apelo
mi secreto de mis dientes bajo tierra;
ahora soy un agua,
sintiendo los retazos de un pasado perenne,
oh, si querencia brillase que bastase
sus pies desnudos, en espuma de riberas 
precoces, su cabello suelto como un gato
mi razón ungida como mundo diminuto,
pájaro, mano, que posan sin hacer ruido,
pecho alegre y su silencio boga,
sonrisa arde milimetrando su compostura oxidada,
existencia como error vaporoso que puede acariciarte,
sollozo en rizo de tu dedo, 
sobre turquesa y beso enterrado,
eternidad de campo abierto
de última araña su acecho.
Espera que se lleva a cuestas
como temblor en tu vientre de seda,
a celeste marca entono,
mi amor que no duerme,
ni de oscuro latido
cierran sus deidades de ojos,
era erróneo lo sentido,
como el beso da la luna
al cuerpo horizontal en su lecho,
contemplador extasiado
te entabla, ciñe torno a mí,
escúdate de las dulces mentiras
de nada servirá tu pesquisa,
yo te morderé
porque yo te amo.


Förüq castellano y Leannán-Sídhe

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
El Inocente a 30--01-2025

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