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9 Llave de Luz Visión Almática

   




















Te vi detrás de la estrella más brillante

del azul nocturno eterno.
En el suspiro de amor que corre y descansa
entre la inmensidad de un parpadeo.
Entre la oscuridad que alcanzó a ver
la belleza de tus piernas.
Adentrándome para reposar contigo,
siendo una sombra más,
pero especial para ti.
Te encontré en mi sueño más cálido,
en el cielo encerrado que liberé.
En la noche que la luna baña tu cuerpo,
y en la noche que mi amor corrió por tus senos.
Y te amé aunque fuese un día en la penumbra,
para así, por fin, no olvidarte nunca.
La noche con su aura de misticismo
nos conducía hacia las puertas del deseo y la pasión
como algo inevitable, como algo que tenía que pasar.
la preciosidad de todos los factores
que envolvían aquel lugar fue como
si hubiese estado todo preparado para nosotros dos.
La luz de la luna y de las estrellas incitaba
con su velo de romanticismo a dejarse llevar,
a solo escuchar lo que queríamos de verdad.
Nada importaba, solo tú y yo y aquel momento.
Solos tú y yo en ese instante mágico.
Solos tú y yo sin importar lo anterior,
intercambiando amor.
Tenía la sensación de poder alzar la mano y tocar las estrellas
y alcanzarlas para ti.
Tus ojitos brillantes, el fuego de tus caricias pidiendo más.
Yo robando a la noche cada minuto.
Galopando en mi corcel, saboreando tus labios sabor de miel,
mi cabeza queriendo detener ese instante para siempre,
la cámara de fotos de mis ojos capturando todos los detalles.
Te necesitaba, mas ya no aguantaba esta soledad
y me llenaste de nuevo de ti con tu cariño sincero.
Y te volví a sentir coraje y seguridad para luchar por lo que quiero de verdad
Volvió la felicidad a mi ser, volví a ser.
Tan importante es el ser, tan importante es el estar
Lucharé y sé cómo ser ya que ya fui y no hay barrera que no pueda superar
y el deseo que pedí esa noche a aquella estrella se cumplirá y me recordarás
Porque te voy a dar momentos y recuerdos que nunca olvidarás
Un amore sincero,
tú en mi vida primero,
tu pelo rizando mi suspiro eterno,
un mucho te espero;
aquí como viendo la mia vita,
qui está finendo un minuto a la volta,
gira definiendo este sentimiento;
es la peonza,
de ésta mi tierra,
solo un momento y volví a nacer
al ver tu vida cambiando con mi sonrisa;
haciendo del gesto austero
un cambio del tiempo.
Detente te pido, para este soñador despierto,
de un cambio de un momento.
La sonora música del cielo
y dar paso al sencillo gesto.
Sin oír un lamento solo despierto,
despierto, despierto de amor,
en mi mundo alborotado que me pierdo,
y vuelvo a encontrarme contigo en una vida.
Solo escucha el momento del viento,
susurrando.
La dulce palabra que mueve tu pelo;
tristeza abandonó a mi ser para no saber
quien ser, para no saber.
Este caos de letras desorganizadas,
de una vida en verso y de mi dulce tormento.
Para dormir bajo tus brazos sin estar yo,
solo como un reflejo de lo que soy fui,
quise, fui, estaré, seguiré estando para ti.
Uniendo palabras que no se pueden unir;
sensaciones fugaces de cambios de humores,
de vidas que se cruzan, pero con la esperanza
y la locura, de una pasión viva;
la que me pone nervioso con cada alago tuyo,
en los que te olvidas de tus problemas.
Y vuelves a engancharme en lo sencillo
de buscar dentro de algo, que no se piensa, se siente,
y cada día me alegra sentir cada aprecio tuyo.
Poeta del viento a lo que me califico,
de no hallar respuesta a algo tan caótico
como el clima o la tempestad que me trajeron lo mejor
de ti y un mundo para compartir.
Caótico pero feliz, feliz porque tú eres la chica que siempre pedí,
y soñando te viví.

El Castellano


II
Triunfo de luz,
sobre toda faz caduca,
hoy Luna mía te divisé cual estrella
tan lejana tan cercana según seas mirada,
fue una serenata nocturnal inmensurable
fuelle de viento solar me acunaba en su ala,
fuego diestro fue conocer mi llave de luz
estaba prendida, ayende mares,
ejércitos terrestres solemnes,
no era un día cualquiera,
fuerza me brindaba
como el querer divinorum dispuso,
afilé mis falanges
a romper y volver a refundar
la quinta dimensión de mi alarido
sobre pino yerto en poste de telégrafo,
alarido en fase álgida de reconocimiento,
mi alma era ella
una entidad se fundío con mi humor
rojo, grsnste que bermellón fue mi beso,
no existía comparativa
ella era un ser elemental,
Señora hada Lhiannán Shee
mi compañera
mi amor,
mi voz parásita viva que amada,
sin ella no veía atisbo feliz,
existe por sí misma,
no sólo existe por que yo la cree
y ella me crea 
de un abismo que prendió,
con una lágrima transpiración de un semi-dios
sí yo soy,
no era más que combustible
aquel abismo todo vacío, limbo,
que se elucubrara,
imaginación no era materia
sin lugar era bella y astuta
hasta descifrar mi cerradura
de cerrajero universal,
mi hada asemblada a mi intelecto
pensaba aparte y tenía voz propia
como entidad ligada de hipnotismo
placentero y servicial,
hay escritores que afirman
no existe Musa para nadie,
pues yo hago cátedra
que mi señora hada
es mi Musa, así no tenga novia yo,
no tenga más que sangre y pensar
soy afortunado,
no necesito más
que proclamar
que conozco la proyección
de mi hada
secreto arcano que no desvelo gratis
ella proyecta que roba la voz
de Nancy
Lunamar Solano
y me salvó creo la vida
porque no podía morir
sin conocer a su proyección en tierra
que ya dije su designio y destino.


Förüq









III




Prímula escarlata: 

 abril 03, 2021 

 Abría un abril, 
cubriendo la Campiña, 
en baja luz de luna 
que enhechiza, 
metamorfoseando la vaga lluvia 
que lentamente caía, 
bajo cielo derretido, 
emplomado, 
ya goteaban mis flores de difunto, 
sobre una porción, 
de terreno respirando la interperie, 
pretérita una primavera ya llegada. 
La luna sempiterna hermoseaba 
su metal noble, 
purísimo al candor sin lumbre quieta, 
era bastante para lanzar un beso al alba, 
y ver si recogía algo, 
quintales de nubes 
plañían su melodía jamás interpretada, 
ni escuchada 
sólo una vez sobrecogedora. 
A la estrella fugaz que siempre veo, 
lanzo un rito antiguo, 
como cometa que el negror atraviesa 
desceñido, 
olmo mío, dime tus penas 
tú que tienes alma, 
que baila entre oscuros romances de savia, 
al brillo de mi espino escribo, 
beso de camino 
entre mi rosal canino, 
hojas húmedas del héroe entre el lodazal, herido 
blanquísimo, contienda los tímidos alisos, 
sus estrellas blancas, 
entre piedras pálidas, 
que carraspean su canto olvidado, 
¿Cómo he acabado aquí donde todo comienza? 
Pienso en su prismático mirar, 
a punto mi buque 
y puerto negro en llamas. 
¿Cómo suena su flor? 
Acaso fuese líquida, 
el yunque mi pecho
está martilleando 
sobre un cincel de murmurio grave. 
Y suenan las espaldas, 
mi vida aterciopelada 
sujeta incandescente rosa, 
sobre azul de mares 
y vetustas olvidadas, 
al tiempo que rezaba serenata, 
al azur prodigioso los altos cielos, 
tronco flamígero, 
en colores sobre las naciones, 
absoluto diamantino,
 su astilla de su color carnal, 
que se extendía, 
besando su torso sembrado 
por mis castos dioses, 
algunos que me odian, 
sigo consejo perenne, 
al pairo se va lo que debe de irse. 
Se querían entre fracasos y transiciones, 
como dos muelles fugaces, 
aquí yacía mi letra, 
en mi jardín de luna, 
y sombras vanas a secar, 
memoria acaso el desliz me incubara, 
fundadores que caminan, 
esta mi soledad original de campo abierto, 
encima de mis lápidas y todas sanguijuelas. 

 Förüq castellano Miguel Esteban


Se querían dos sombras

como evanescer líquido, templado

de rocío por savia y tierra

y su desvanecer,

como flores a la alta espina

sirven su dolor.

Belleza oxidada,

ellas dos sombras

con camino de piel,

abriendo de la noche

gema profunda de lenguas azules,

era un camino el alba

para subir y descender,

ellas luz querían tornar,

vestidas de ásperas ondas

impalpables,

seguras sin obstáculo

eternas,

crispaban el tiempo

y se querían sin envejecer,

fría segura que su alma se iba,

suya, cristal vaporoso

de amarillo viejo,

su entrecejo deseoso,

querían entre noches

de gatos fugaces

por tejados colindantes

que anudaban rayos de luna,

su tristeza era pura

se anidaba en sus cabellos,

seca, entre sus cuerpos etéreos

la ausencia hacía verdad de idea

trasnochada,

su soledad muerta

de insectos ranqueados,

asida de purpúrea pluma

y lunas enajenadas

con cristales lucientes

en navíos de tinta,

perpetua osadía

de ser luz,

como silencio

de Dioses relumbrados,

y su oro vegetal,

como ásperas rocas

destacadas, cerradas

al molino de noche,

se querían dos sombras

inertes

pero vivas al fuego

y carrusel de estrellas

pudorosas y ponientes,

su quietud sin color,

su amor por unirse

como dos gotas al helor.

Como dos voces se unen

en un solo corazón.




El Castellano


















































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































 

 
El Inocente


Primera obra pública revista instituto Complutense de educación secundaria
Año 2006-2007

Noche lúgubre y umbría
20 septiembre 2011 blog Facta non verba

A ti noche oscura te escribo, oh gema azabache tu solo pálpito.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío, como flor y rocío en flor de mayo?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas, deslices y tormentos dulces encadenados, hasta
enloquecer si solo loco he de quedar tres veces más solo y loco he de hallar, llevo ya cinco días sin dormir, no veo ya luciérnagas ni ocasos de luna, y veo que se van
mermando mis facultades mentales en carrusel de norias y sogas rectas, y escribo frases sin testigo cuerdo, sin sentido flamígero,
garabatos en hojas de papel...
Me asomo a la ventana mi cuarto parece yerto, y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo, no veo mi dama graja, sólo una sombra densa cuelga y flota del techo.
Mientras, apuro la botella de hinojo solar, esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza, que suenan como crepitares con sus voces.
Me estoy volviendo loco acaso Musa duda.
Sólo veo sombras y figuras, como sábanas, que se dibujan en tu oscuridad como
demonios, solos halos en escarcha fría, reflejos violetas ausentes.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo, que bajo tu protección de tu oscuridad mil cabales difuminan,
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de alaridos ni ángeles, ni de muerte, ni de fosas
selladas con cal y tierra ni de fusilamientos de razones ausentes.
Un brillo estertor te envuelve en comunión, de abismos y lúgubres destellos arriados.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad sempiterna oh, dame tu gloria.

EL CASTELLANO

NOCHE LÚGUBRE Y OSCURA

A ti noche oscura te escribo
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer llevo ya 4 días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche
como fantasmas deambulando sin rumbo
mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco
sólo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que sólo bajo tu protección
de tu oscuridad ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo
tú que no entiendes de genocidios, ni de muerte, ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra, ni de fusilamientos.
Tú sólo ciegas la luz del sol. Sólo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.

Segundo z bachillerato

ESTEBAN EL CASTELLANO

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