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Lágrima del hierro

 






Lágrima del hierro:

Escribo a la madre belleza,
olvidada, de lágrima inerte,
sólida, al vítreo cristal mineral,
al brillo metálico insoslayable.
De llama perpetua, y solo crisol
de brillo calizo.
Era sobre una lisa pizarra,
 tallada una punta de flecha,
que venía a plañir el río cuervo,
de mi visita en mi infancia,
una luna azabache regía,
mi compostura empedernida,
hoy en día,
hablo que me responde,
la belleza encontrada,
en mi piedra bella,
tesoro intangible,
única al fragor de heladas grises,
y solanas que llora el cielo terreno.
A mi `piedra de sangre.

II
Oh, si tu respuesta fuese,
soy sangre, viva-muerta,
que te aguarda y espera;
a mi cuarzo, cristal de roca,
de reloj en eternidad azogada,
silente como silencio reverberante,
su eterno segundo, que vi, 
su pureza de espejo.
Oh, caracola de hilo en carbono,
tu forma de espiral sagrada,
de principio sin final.
Oh mi magnetita de unión
y atracción férrea,
como mi amor a la sangre.
Bajo sello arcano
transmuto esta coralina esencia.

III

En auge mi amado mercurio,
único sólido líquido, como lágrima precipitada, 
oscura, sin poder secar del alma.
A este río vestigial, ancestral,
que vine sin horadar su impronta eterna,
mi muerte, como reflejáis vosotros,
mis reliquias, que besáis incesantes.
Inmutables.
Al hierro en mineral candente,
en sed de forjarse,
como se forja una lágrima las hadas,
en ámbar, oro líquido,
traspasando umbrales temporales, sucesivos,
en brillo, áureo,
del fulgor en cristalizada,
perfecta armonía.
En crisálida.



Förüq castellano Miguel Esteban a 11-04-2021


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