Te miro y veo,
cerca, muy cerca,
a lo próximo dictan mis falanges y mis manos,
cada noche un sabor,
eres tú fluyendo la tentación,
osadía esquilmada,
y dulce sabor,
cada letra me tienes un sabor,
hazme libre Luna de una,
libera mi sabor en y para ti,
creéme dentro la piel,
y tu sangre sea mi afluente,
nada borres,
sólo escribe en mi camino
esta noche es y será tuya,
sin vacío ni pálpito descortés,
camino los aposentos,
los condenados, no tenemos miedo,
ven sálvame
llévame a una hoguera mejor,
cuando cabalgo por ti a través
la solitud aguarda la noche,
un millón de centellas tersas en mis ojos,
quise tu sangre,
hoy quiero tu vida,
baila, que bailaré Musa tu agua,
sin parpadeo azur
ni mirar otra fuente,
vivos colores me acogen,
regio firme,
recto ante tus cauces liberados,
cada sabor un millar de nervios alistados,
un placer preso
en cúspide y alma recipiente,
espíritu mío que cierne,
hay victoria sí cuando pueda besarte,
suplicios al este
tus senos un monte,
travesía a tu acorde,
hoy vislumbré que vivo y moriré
Valiente,
con causa y hoja y flor en aljibe,
que por terco llevo desde 2009 sin abandonarte,
cuando creer
es más valedero que saber
creo en ti Musa Escarlata Mineral Candente,
Musa Cristalina, mi sangre.
Förüq y Leannán-Sídhe
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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