Ir al contenido principal

Conjuración


 



From
day light
into a darkness
thunder of retaliation


Siembra del pensamiento
Desde que vine a vivir
Linde quieto abierto
Es un fuste
Cerrojillos dormidos
Azabache de ojos
Flor de destino
Tierra perdida
Reinos
Antaño de vida
Extasía de cristal
Cornucopia de tierra
Ondas nacen
Filo sonriente
Oda a la belleza
Mientras duerme
Vítreo trasluz
Cristal silvestre
Quiebro en dicha descrita
Tordo acompasado
Cercenada razón
Cruzada ojera de luna
Negra noche sostiene
Las vidas que traigo yo
Iris de los campos
Oscuro haz, luz sembrada
Agua de arteria
Vanguardia
Por esta fuente fría
Hombre lejano yo
Brotando de raíz
Acampado macizo, verso y entraña
Sangre timón y vela
Retina de ocaso sostenido
Umbral al destierro
Crisol afilado
Grilletes de alma
Aura acompasada
Ángel soterrado
Hoguera en alarde sin ascua
Drama en azabache
Rizada espira
Vida de hielo ardiente
Trilla mi idea
Forja mi sangre
Ojo de Tierra 2013
Sangre de ojos
Odas sembradas
Sangre yerta




Acuña cautiva
sosiego incuba
crisol místico
rústico anhelo
molde de arena
dehesa cantara mi pecho
cristalina bóveda
que la noche escapa
cuña de hermosura.



Förüq



Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...