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Mostrando entradas de julio, 2021

Tu voz

  Tu voz: Eres fuego en el agua, eres luz en la noche, calor en mi alma de hielo, amor en mi mundo de ilusiones en viento, bésame al final de este deseo de chincharte, acaríciame con tus labios, el mordisquito en la oreja, el susurro en el cuello, noche de eco entre imágenes, pupilas mirando pilares al cielo, entre verde y violeta de árboles, ojos de gato, tu gemido, tímido y feroz, tu voz.  Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo, lo efímero del segundo al pasar del minuto, la seda del sentimiento, en su carita del beso, el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo, acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca, siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo, el momento que dejó el silencio,  el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor. Mariposas recorriendo cada paraje de la piel. Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto, se sirve de tu aliento, crea mi armonía, cada caricia te hace real. Sostén mi placer cada anoc...

Crónica mercurial

Verte en mitad un fuego magno, destapar Quimeras y verbos indolentes, sierpes de luna lanzadas como rayos áureos, sin impactar fondo ni poso, ni augural ni fantasmagórico, encumbrar la cumbre tus divinos ojos, tus númenes de cabellos estelar rienda, caballo solar, oh, Lugh, áurico semblante, alce de tu acompañada idea, oh Sol de soles, y venas razones, adorarte, grande, inmensurable, como eres, como me sabes, oh, glorioso saber del desconocer, verte vestida, la sola pesquisa gloriosa, de mí, vestida de mí, vengo de las sidéreas lumbres de abajo, a verte , a besarte como se besa a un rayo de tormenta, electrificas como siempre, oh vid de mi vida insurgente, al solo capataz del brillo alzado, dicto, arriba los altos cielos, allá los ángeles sabemos del miedo, solo para sembrarlo, debido como es arriba es ídem abajo, canto, venimos a vencer al tiempo de la eternidad, quererte abajo como se te quiere arriba, masonería de noble comunero, el querer de mi padre Odín Agustín, no era lejana su...

Señora Garraparaña Dueña del patio cuido de mi morada

  Elogio siempre

Almena auditiva supraural

Madre de la metáfora Madre de toda raíz, es y veo ser la simiente. Semilla de la escritura, es la metáfora, madre encumbradora toda mentira encausada. Escribir es amarte, como lucha clara de contrarios. Vislumbrar la luz del sol, estridente y eterna, sin desplegar color la noche, no se puede, hacer temblar los valles, sin cerros ni montes tampoco. Más vale pájaro en mano, que ciento volando, acoger tu cariño y darle cobijo de dulce nido. Metáfora de saeta heridora. Descubrir la realidad, tras su mentira, de que se viste de sueño, intangible como canto pedernal, y nota tu silencio, quién tuviera tu magia en sus manos, quien besara tu belleza, sin herirse. Madre de la escritura, se le llamó pureza, barbecho claro  de Artemisa, canto flamígero, que la elegancia, hace nombre, rito y plegaria, toda atractiva nota. Metáfora, madre causada, de vestir verdad latente, con otra realidad bella, como fundir mares y terrenos en dulces florestas crean su mirada, miel de dioses. Herida en sangre ...

***Anillo de sol*** Titularidad, TIERRA EN EL VIENTO VLa EDITORIAL Vivelibro

 1 Alma sin cuerpo, flagrante invierno:    Se deslizaba azarosa una tarde de mayo, abriendo pulcras flores entre grados que blandía el grillo en su madriguera, osada se batía una lagartija en la piedra aposentada. La tarde cerraba danzando suspiros precoces, entre estambres. El olmo viejo lucía un tronco grueso con hueco donde  amarilleaba el sol del día, mientras la noche jugaba con sus ramas y corazones de hojas, ya vencía su sombra miré su fortaleza como si sus raíces gritaran y pudiese verlas clamando los años. Te miré sombra por mi ventana, sonreíste tímida como si te agazaparas en tus párpados frente a los míos, miraste el espejo de mi armario sólo un día dudaste de tu existencia y tú estabas, tú estabas tan radiante como si un aura te refulgiera, sonreías a tu vida reflejo en aquel espejo porque en realidad ya no te encontrabas la vida te brindó reflejo, mi risueña, reluciente fantasma, que aún ríe y juega con la sombra. Por ella no tenerla. Me miraste y tus...