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Compás de sigilo

 














En la Panacea de mundo
hay dos abismos resplandecientes
el de las formas lisonjeras
y el de las esencias perennes,
formas blandas, desgastadas,
esencias eternas,
formas que ya quieren dejar de vivir
y mueren,
esencias que se alinean
agrupándose otra vez,
para siempre, un abismo,
de formas punibles, suicidas,
hay un limbo de ritos,
inextricables,
de uniformes desaliñados,
de medallas sin cruces
al valor ni al heroísmo,
sin leyendas.


Con un eco férreo,
con un signo,
silencio.
Ahí hay un caballo desnudo,
bajo las trompetas y clarines,
los grillos y chicharras
la pulcra noche.
Bajo un velo de sosiego,
escarpado, ese que surge
blandiendo riscos y mesetas.
Grito al viento,
por mis dos sangres,
una verde,
otra como un racimo
de uva tinta.
Savia y alma ,
silencio.


En una espadaña,
en mi carne opulenta,
en vello sembrada,
en una vida de un sacrificio, oh, heroísmo,
casado con la Parca,
histórico o épico, muerte,
Pantomima o risión en vestido,
lo místico,
es suciamente limpio,
y esta llama inextinguible,
sobre la tierra,
sin miedo, voy surcando,
las tinieblas de nota correspondiente,
mis sueños
como mitos refulgentes
de música callada,
se cinceló el verso.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar UME Guadalajara España
A 5/4/2022

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