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SOBERANO FULGOR







I
Empezaba a compartir redención
sí, para estar a salvo,
de un vacío perplejo azogaba
ecos de un tiempo disuelto,
envuelto en yodoformo,
sobre las nubes, el cielo es un
plácido hogar, y los ángeles
no tenemos miedo, desde
la luz del Sol, adentro
una oscuridad magnánima
alma represaliada, alma
de resplandor, sobre la verdad,
la traigo ciega, resogo este empeño
traspuesto a los fuegos,
cierra tus ojos, fuegos del
hombre, y su cuerda pasa
los tiempos, diestra, ambivalente,
en dirección umbría, vive
colgando huesos, de sus pestañas
huecas, bajo mis sombras
cenizas laten, la quebrada
fluye, un iris de ojo negro
en estos pilares de fuego que me alzan.


II
Años que nacer, en tierra abierta
estrellas que matan mi aliento de piedra
atravesando mis ojos brota su fértil lluvia
algo para tu mente, adentra mi dragón
en esta fuente fría, tu cuerpo
tu alma, mojo como la lluvia
locura está perdida, 
erróneo es correcto, avanzo
profundo, arde su brillo
jornada de luz asigno el movimiento
alto sentido ardiendo profundas
sensaciones del sentido despierto,
es la última seducción, ahora,
entre verdes valles que tenidos
en furor de sangres, ay, tu tierra,
el esfuerzo, en este cerrado
horizonte vuelo, rizado, expuesto,
consumado, mis florestas tejen,
una encina, que lejos habla,
que cerca grita, yo soy por siempre.



III
Sé mi hundida victoria,
por este umbral, silente que marca
mi frente, por este puente, por
esta cepa, el ruido es fulgente,
cabalgaré el astro, traeré esta flor
de luz a Hipsípila, de una
montaña a un dulce valle,
injertada la sombra, traigo la creada
ascua por si reverbera
un tiempo muerto, en el que no dolía
esta ribera, agudo filo nacido
mi destino, recúerdame en la tijera
desdoblando la espera, hoy por hoy
mañana por ayer, el frío en la piel
de estas cuchillas sonrientes
y su esperanza carcomida,
acabada en hoguera,
siénteme aparte, ancla en gozo,
el violín de mi idea, marchando
corriendo por fuera, 
lanzas, de tierra, y el tiempo,
sólo, hinchado, dormido.



Förüq y Leannán-Sídhe

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
El Inocente

 

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