Ir al contenido principal

Reguero



I

Surtida de verdes aguas
va mi frente
no sé de las verdades ocultas,
ni de la sapiencia
que lleva
una noche clandestina
y su sigilosa carcoma.
Gira mi peonza 
sobre el mismo asunto;
surtidor de reflejos,
brillos como deseos
prevalentes.
Oh, luces naturales,
sidéreo vagón estruendoso
sobre vía de los infinitos asuntos.


II
Antes de mi camino
sea penetrado
por rosas áureas,
lijo el éter puro.
Tu corazón azul, inmaduro.
Ventalle las mozas
bañándose en Rivera
y bosque sórdido
donde todo comienza
y nunca acaba.
Firmeza entre mi carne
sujeta.
De voz jovial
y ciruelas
como senos tersos.

III
Tu sonrisa 💟 evidente
no es secuela
ni broma perenne.
Sol mío de occidente
noche va serpeando
que casi aparece.
Nacer, brotar, 
eclosiona mi ceporro,
que la vida sin palpitar
¿Crees que tiene fuente?
Más feo que un desacato,
sería dejar cesar
su corriente,
y dejar caer maduro
el membrillo su árbol.



castellano Miguel Esteban

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...