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Ocaso en simiente






Hoy avanzo, hendido de aguas azures,
henchido como va un fértil vientre,
dotado de notas angelicales 
y sumisos cristales obscuros complacen,

suspiros precoces laten,
arriba van al astro
sonrisas caducas y besos incipientes
sus llamas liberadas,

avidez que escala cual seco rayo
todas primaveras sanguinosas,
desde el ababol flamígero
o su sangre de tierra,

hacia el divino laurel empero
que busco a Calíope,
ajada de lares y númenes húmedos
su floresta desnuda, como la transparente noche.


Asido ramilletero pulcro,
como un cangrejo cosechador su agua, su río,
servir flores al eternal precio sus simientes.

Era mi empeño como una oratoria,
como robar un beso o un alba,
como dedicar o servirme,

del fuego diestro,
que su empeño era, es ser justo,
acompañar y unir deslices,

como unir y cantar
siempre áureos surcos de alma,
necesito soñar para escribir.


Pintar, lo que se siente,
lo que habita detrás de los sentidos,

infra-realidad de mi ojo sangre,
oh, realidad preñada.

Como vientre femenino fecundado de ocasos.




Förüq Esteban er-lobo bohemio

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