Ir al contenido principal

Espero tu despertar

 ESPERO TU DESPERTAR



Espero despiertes,
y vuelvas todo lo nuestro, mío,
desde cada lugar,
y cada tiempo,
una sonrisa mejor,
ardua columna
al iris en cúspide,
todo lo sembrado, más que ráfagas 
de arcoíris 
colores de todas las naciones,
campos de idea,
sudores de lágrima,
abren notas al ocaso en llamas,
ahora, es todo lo que espero,
cuando el tiempo silente
me vuelve más fuerte,
pesquisa de pequeño ángel,
en sola hoguera,
sostenme en tus ojos,
todo lo que necesito,
hay alguien traspasa los míos,
eres tú sombra de llameante conciencia,
llanamente expuesta,
mantenme en el abrazo,
bajo mis brazos el arrullo envuelve,
y el ser se cobije,
hondo regazo pinta
el sol en su cima,
ejército de opacidad,
llora la noche,
todo queda allí en el traje de sempiterna luna,
todo lo que conozco te ofrendo,
hasta partir mi destino en tres partes,
una para subir sentimiento
segunda para acompasar camino con tu dicha,
tres para mantener aprecio como rubí excelso,
acaso si desnacer ocurriese,
sólo bajaría subiendo la cumbre
lo sentido y sentir expuesto,
desaprendiendo la vida,
que me lleva de parnasos devorados,
y elogios a la fuente,
que me induce y provocas,
como contienda de viejo ciprés,
y viento nocturno,
que cuenta de amores,
como estrellas azules.


Förüq castellano Miguel Esteban




Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...