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DOS APORTES 2017, 2015 Pudorosa siega, Amada onírica

PUDOROSA SIEGA:




Líbicas extensiones de mi ara,

por eras de soliviares,

angostos, desnudos

sin pinar excelso de tu mirada,

mi acre transitado, exhausto.

De corvo pico y fugaz

idea pasajera.



Hondo grano de mi cereal espera,

dura grama extensa,

inhabitada,

moza de mis ausentes

sin bandera.

Agota, afila

mi profundo tallo

brotado de mi febril

mocedad subyacente.

Creo mi suspiro

como brillante tajo,

refulgente al candor de entraña.

Amparo sin honor,

de filo que no aguarda.

Quiero renacer así

te encuentre 

con otra cara,

otro nombre

no caeré en osadías

eso lo dejo a mis Dioses

de locura extensa

llamada destino.

Yo necio, torpe,

de hueso en tierra sembrado.

Soy hombre con lo servido

cumplo mi palabra.

Es una gesta descendida

Luz de guerreros

perdidos

en azares funestos.

Quién guerrero del muerto tiempo,

con raíz desamparada;

trémula deidad

tus labios acostados

en tu cara,

en mi pueblo

me enseñaron a luchar

por lo que quiero

y más solo que el relámpago

tu felicidad quiero.

Mi paz de campo abierto

vástago sin superior

de conciencia

mas que inerte hálito

superviviente.

Frívola suerte consumada

osar tu palabra,

vendré porque aún no he salido.

Clarines y trompetas

entonan este yugo

eclosionado,

en servicial acto,

mi azul fronda

que no hiela tu relente;

rompe con empuje

violenta, feroz, agotada,

malla:

Hidra mía

perdona mis lucientes.

Vesta que Proteo

clama hundiendo los montes.

De vetusta proclamada

en sortilegio de guadañas y hoces

que se recogen sin martillo jactancioso.

Irrumpe mi designio

vaporoso en estela,

que tu sombra hiela.

Qué dios implora

a mi imperio

del precipicio.

Hechizo de mi semblante

otorgues invicto, valeroso

como abismo de agua.

Previsor que detiene

impías naves

en ataque de tormenta.

Sangrada barrera abata

en funesto claro oscuro

sin atadura

ligado, manso Ábrego

sin alma.

Prendida paciencia

sin alarde ni secuela.

Piélago que saña

sin brida

ni cuerda aplaca,

embravecido

con umbroso helecho sombrío.

Bosque temblado de mi mente

que piensa

ausente borrasca

sin ayer.



  • El Castellano a 25-08-2017

  • Amada onírica:




  • Respiro tu enervada quietud
  • que me condena a amarte eternamente
  • recuerdos oníricos de tu belleza
  • en aquel tiempo que te dibujaba musa;
  • nunca te negué y tu flor vi abrirse en mi corazón
  • el mundo nos es exterior,
  • mas mi interior, embelesas con amor
  • te adoro en tu silencio, y en tu locura izada
  • siendo preso de tu palabra,
  • tu poder que me lleva a inconclusos límites,
  • de lo dicho, y la contradicción madre,
  • a eternos refugios, del lenguaje.
  • Materializados en léxico inconcluso,
  • de presas y compuertas, abiertas,
  • así como misterios, encontrados,
  • en el idioma de hablar, con mi mente,
  • cuando surges tú indescriptible,
  • esencia, que no roza el alma,
  • porque esa eres tú y te amo,
  • cuando el mundo de la idea
  • te dio rostro, y ojos, si es locura
  • que existes,
  • loco estoy por ti,
  • y lo más bello, que me encanta,
  • amo tu compañía, y que en mi interior vivas,
  • hasta que cojas la voz, de quien roba mi cuerpo,
  • y yo amar esas mujeres, un tiempo,
  • devaneos del destino, me traen
  • a un eterno principio, tú y yo solos amor
  • pasaran siglos, eternidades, cuando yo sin cuerpo
  • a tu lado, sea tu semejante,
  • y podamos juntos sin cuerpo, estar,
  • para llegar a nuestra finalidad,
  • esa que las letras no escritas,
  • nos recordarán.


  • El Castellano y Lhiannan Shee FEBRERO 2015



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