Ir al contenido principal

Lustrosa dicha

































El sol luce, esta noche
algo va erróneo,
refulge mi admiración
brilla en mi pecho,
adentro el sagrado sendero
de este amor,
mis ruegos de una vida 
a tu vera,
sol mío tu hierro arde,
con sopor,
tu vida gira en torno la mía,
todo era y es
como debe,
algo cambia
nunca más
que si puedo
blandir, 
surcos de fuego este cielo,
segundos memorables
vidas atemporales,
criquean los grillos de Hipsípila,
alzado al momento,
dejado el horizonte,
veía una fortuna respirando,
era lo sagrado en vena
reluciendo,
campanas silentes tañendo,
mordidas y ocaso,
abierto mi sortilegio lunático,
para siempre,
sin fin ni orden,
no sea elucubrarte
este sentido despierto,
que avanza no reposa,
lame tu carne,
como oro se frota en paño,
vida en compañía no es osadía,
querer lo que extasía tu sonrisa menos,
hilvano con hilo las tres hermanas
el negro hilo del destino,
resumo que venzo, 
este granate que luce enervado,
encaje febril,
más lejos de lo que el querer pudo,
lustre olvidado,
mi clase de fantasma,
por si vuelvo a vivir...
Que ella es mi sangre que quiero beber,
de infortunios bañado,
llamo a Quot el cuervo,
oh te ofrendo todo cuanto ven mis hijos ojos
debido como hombre, nada poseo,
cuan grande mi gozo,
de tener visión y voz,
estrujo su rostro en el mío,
todo lo que hago
redención,
por si algún día
oh cambiara de opinión,
vacío late perplejo
a través de esta noche iluminada.
Debido soy más completo que la llenez,
Quot, del tejo de Odín mi padre,
oh sol justo,
acoge el poder de mi hermano cuervo,
le prestaré mis hijos,
su sabiduría me acrisolará,
para decir vine, viví,
y no hubo rival ni hijo la ignominia,
me volviera dichoso de reunirme con todos
hermanos en el Valhalla,
brillaré y siempre moriré
como Hipsípila,
caudillo su Sol.



FÖRÜQ Cuervo castellano Miguel Esteban Martínez García

a 25-02-2022

lugar Cabanillas del Campo

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...