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ROMANCE HEROICO ''SORTILEGIO SEMBRADO''




ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores,
que en mis brazos los tenía.
5 Vi entrar señora tan blanca,
muy más que la nieve fría.
—¿Por dónde has entrado, amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas,
10 ventanas y celosías.
—No soy el amor, amante:
la Muerte que Dios te envía.
—¡Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
15 —Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy deprisa se calzaba,
más deprisa se vestía;
ya se va para la calle,
20 en donde su amor vivía.
—¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña!
—¿Cómo te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
25 Mi padre no fue al palacio,
mi madre no está dormida.
—Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás, querida;
la Muerte me está buscando,
30 junto a ti vida sería.
—Vete bajo la ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
35 y si el cordón no alcanzare,
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
—Vamos, el enamorado,
que la hora ya está cumplida.








I

Miro su ventana de transparencia,
estelar, afilo ubérrima garra
sin sacar tajada, , la necesito,
deshacerme de los días sin asa
me forran y envuelven, miro su rostro, 
otra vez , sin miedo acérrimo en cara,
No soy tu tiempo ni acecho tu porte
la encontraré sin presagio templanza, 
para hacerte saber que los eclipses 
suceden, el sol muere  a embelesada 
y renace despierto, necesito 
caer en ti, hacerte descongelar parda
en mi sentido vívido despierto, 
el tiempo y la historia de mí no acaba, 
ella, jamás narrada, necesito 
ver a través mis sentidos que emanan, 
conjugar el reino inerte viviendo,
para construirte a mi lado mi graja,
si vivo, más lento muero por vivir  
para acercarme a ti, mi masajearla, 
empero, te empero te necesito 
hasta que llegue fría luz en aspa,  
toda vida surca, pozo de vidrios, 
apuntando sueños, osar avanzar
besar terneza de rostro acaecido
para ningún astro importe acechanza, 
deslumbrar en luz sigilosa en asta,
y atónita que fui, seré, elaboro, 
admirando tu cálida melaza 
de mujer valedera, mi ascua gira 
este rey de azada, señor te amansa 
no llora mas que sangre para regar; 
 vidas en color, rezando acechanza, 
quiebren firmamentos secuaces, supla 
efecto mi sortilegio en luz malva,
antigua, abata  todos enemigos 
recoja mi porvenir, y mi pana, 
para no encontrarlos más, empero 
que sin ti, la felicidad veo blanca
afilaré y volveré a mi desnacer 
tañida toda tercera soleada
de mi madrugada, no es arrogancia 
es no ser necio, el lugar donde acaba, 
no es el lugar ni de donde vengo ni
donde estaré cuando las hadas cantan,
de la bella muerte , me enamoren vil, 
atrapen, sonrojen, cuando amamanta
yo, pediré permiso para siempre 
quedarme en mi lugar y te complazca.





Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

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