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Madriguera del sueño, solícito

 






Al esplendor violáceo onírico,
yo escribo antes que Morfeo se apropie,
consuela él, mi sueño tenue,
que quiere y ha de ser grande,
mas, el grande y el chico,
iguales son lo que les dura el fausto sueño,
cimas de adusto regazo, 
oh mis sábanas fuesen,
importuno, encuentre
aletargada mi almohada,
niebla sonora,
de umbría persiana,
como cenit morado sin trono,
lecho mío de oro y espiga,
las mieles de Pluto y Citeres,
no serán ilusiones de mis ciertos placeres,
caigo en brazos una estrella apagada,
rendido en hálitos y respiros amantes,
tu presencia de señora hada no retires,
perpetua maravilla toda madrugada,
hasta que asoman los cabellos,
de una aurora beligerante,
cornucopia de un junio
no quería abandonar su Ostara,
derramando primavera la doncella Flora,
oh luz que esmalta la idea,
de vaporoso sueño,
e hinojos solares durmientes,
como alma en tu guarida recelosa,
inmortal almíbar d' este tormento,
resuena, que florece,
no canto triste,
a la esperanza del gozo,
mis campos bañados serán
de argenta luna,
hasta el corazón de antorcha,
su esfera inominosa,
luminaria de sueño, 
que se sabe en todo el vecindario,
que mi musa,
canta viene y adora las Pléyades,
en estela, redil de cosmos,
y su insignia que conocemos,
quienes no preguntamos,
afirmamos,
oh llama hermosa,
sueño, mi sueño,
grande como nuez,
del nogal futuro,
ilusión pétrea,
implorara tu fugaz 
visión, me arropase,
y en mi pecho te adormilase.



Förüq castellano Miguel Esteban






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