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CEREMONIA TERRUÑA

 




Ceremonia terruña:

Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
enre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de las damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanum nigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma, amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.

Förüq castellano

II
Escribo al señor cierzo
y su ola de frío
un febrero consumido,
entre paticas de abeja,
y algún diablo foráneo,
busca encuentro
con su dama hoguera,
somos los guerreros,
ángeles de la tierra,
tanto por hacer,
qué se con quien acabar,
acaricia tu cabello,
ahondaré tu flor y su pétalo,
algo cae y se alza de nuevo,
auno un destino precoz,
en tela de araña,
de caléndula
o flor de  Hércules te dibujo 
un guiño,
capataz del brillo primero;
transeúntes helados
ya te blanden mi caricia
en estrofa de agua,
y aullido solar,
punto y aparte
No puedo acabar esto si no es con un beso
de hendido horizonte,
y mareas colaterales
a un final que vuelve a comenzar.
Apuesto un divino laurel
a que en tus hojas me vuelvo a ver;
como se ve un lince de tu ternura
en la ciudad,
eje de voluntad
y tersura de calmo sosiego,

vine devorando sones,
llegaré alto, donde el ser no alcanza,
despejando nubes felices,
entre cuarteados leones,
todo llegará o entre bruma se irá,
ascua es mi querer,
vestida de brea
y oro azur,
el vestido mi golondrina de metal,
entre tierra y coraje
tu énfasis de divina pluma dices,
que afliges voluptuosa
venimos del azul imantado,
dentro el azabache cristalino,
somos placeres risueños
de dama Escarlata,
bailamos en su púrpurea visión.

Traigo un manifiesto Musa,
descendí para no irme,
hasta el fin del tiempo
y su conclusión.
Y ni por esa pesquisa,
podré huir como empuja
el miedo al cobarde.

Förüq castellano er lobo-bohemio Esteban

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