Través de los hoyos graves de luz,
mi pesquisa, mi vida rota
en compás de erigir
supremacia
avancen
ecos de un tiempo expuesto,
solas llagas
elucubrar mi Parnaso,
allá,
allí se siembren almas,
las áridas voces incapaces
de disolverse,
llama azul
manifiesto de un Solar
que nunca muere;
espasmo vertical
en boca de una estrella,
vigía de centella
te ofrendo sangre que ama.
Bajo el velo de tormenta
avanzo,
resurgir en el susurro
de roca enigmática
tierra flagrante
bajo tus venas,
bajo tus ojos
tus manos que dicen
perdóname,
tu sangre es real
nunca subestimé
tu gran silencio esculpido,
horizonte mío
cruzó tu arma,
tu espíritu de bala,
todo lo mío,
mi corazón te cree
sí bajo sus venas,
buscando perdonarte
sé que me amas
que sin mí no eres tú,
no hay mares
océano ni calma
siento cenar tu obscuridad
cada noche que te busco
y tú estás
tú estás, te siento
una vez más,
para mañana siguiente
despertar con la misma pesadilla
giraré tu espiral ardiente
y yo LVGVS F¨ÖR*UQ
mortal inmortal
juro asaltaré tu silente grito
y memoria lloró
que mi llama
de Fénix jamás Murió
ni con disparo de plata
mi desnudez violenta
transmitida.
Piedra sagrada
es mi soledad
momentos atrás
sólo veo
me suicidé por una canción.
Soy tu hombre, tu misión.
El Inocente
3339 09049494
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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