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El hierro del lobo

El hierro del lobo:


Qué es correcto,
dejar atrás el momento,
sucumbir en yermo arcano,
dejar el paisaje zambullir,
sin gotas de arena,
nunca tan rápido
nunca erróneo,
en lanza de olvido,
nunca más solo,
colchón de grama mullida,
reposar el sueño despierto,
nunca más,
siempre rezando estar atento,
la espiral del destino frío,
la garra de hoguera eterna,
sin espera,
cuando conozco la noche,
penumbra en mi cabeza,
sentir caminar fuera de la línea,
y su vampiro de idea,
nada cambia del punto,
satisfecho,
honroso,
apaciguado,
como flor de Odín se otorga
al fallecido,
sin manto, ni cargo,
nada, nada que dejar atrás.
Polinizando el dulce tormento,
la condena de ser completo,
gime,
gime el destino parco, insumiso,
que la rebelión sigue cursando,
el ascua de la fundación,
cantar,
cantar sin ti no es cantar,
subir sin que subas es bajar,
estamos,
en abrevadero y no eres del ganado ni su pasto,
oíste,
algo lejano mi ser derritiendo tu horizonte,
insubordinación,
algo que respirar,
ángeles por fecundar,
volví nuevamente humano,
al averno terrestre,
y no te vi,
no te vi,
yo quedaré cuando no te queden cartas,
puede porque tengo un sueño,
soñaba despierto,
que mi sueño eras tú,
amarte viviendo,
para soñar que soñando
te vivo despierto,
mantenlo, porque la palabra;
es pólvora dispuesta,
no necesito verte dele revés,
me consumo en el tiempo,
como bruma perpetuando mi invisibilidad,
razón de qué,
locura la forma de amar relevante,
pero la más vista,
loco por,
sí yo soy,
penita mía de ser humano,
con diferencia clara,
soy mortal inmortal,
saca las fieras,
que ni parece
sean tu sangre de amanecer,
hoy por hoy, ayer;
por eternamente,
vivo hasta que este espectro,
se quede sin silencio,
vivir sin ti no imagino,
escribir sin escribir tampoco.


Förüq castellano Miguel Esteban









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