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Más pensamientos













 Y cuando no estás te leo tus poemas para que tus palabras me hagan compañía, para sentir tu calor aún más dentro de mí para llenarme los ojos con tu imagen, estás junto a mí durmiendo a mi lado no eres un fantasma eres el Sol que alumbra mis noches y días , cuando abra los ojos al amanecer estarás  junto a mí y sentiré tu abrazo dulce tierno y fuerte a la vez mirándome con el mismo fuego que lo hiciste en la oscuridad de la noche , no necesitamos más palabras que nuestros cuerpos quienes se comunican entre sí moviéndose en perfecta sincronización  una y otra vez  al unísono y sin parar  , esta hoguera no es de una sola noche , como tampoco lo es el fuego que nos quema el corazón , deliciosa y dulce condena sin final  y hasta el principio de los tiempos así es y así será y no hay nada más que me haga  tan feliz, amor. ❤️

Tu Ostara, Vty 💋

María Beatriz García Marín ❤️❤️💘

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Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...