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Quisiera saber












 

A mis matas espinosas,
yo canto
que quiero la tibieza de mis males,
no muero, lentamente vivo muriendo,
recuerde mi rosa
mi fuerza de ángel,
sángrame vida una razón,
porque soy feliz,
y no encuentro miedo,
sangre me bañase y lamería mi herida,
tantos daños de quienes no me creyeron,
pasados años que mis humores,
no enfriaban,
ojos de lumbre
y noches boscosas tenebrosas,
negrecer mi sol con sudor de melodía,
rayo de larga vena blando,
inflamando rompiente cercana,
avanzo,
oh, dulce amargo,
mortífero siempre, mi destino,
te busco, sombra amiga,
juré un día te alcanzaría,
temer, o juzgar pérdida,
reina alzada tú, mi fantasía,
tocarte, en auge de victoria,
por cuántas peñas desconocida,
hermoseabas como flor de Gnido,
airosa estás armada,
cuantos soles tus pétalos,
mi Maravilla,
mi Flor de Odín,
valor, amarte en polvorosa 
y húmeda frente,
grave, y llano servirte
mi Quimera engendrada 
de la dura tierra bella.
Por la que encontrar arpa y son,
puerto y reposo empedernido,
muerto, vivo,
llorando última terneza
de espiral sagrada,
oh, divino comienzo sin final,
izada mi caléndula;
y elegía primordial.




Förüq castellano Miguel Esteban

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