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Tu corazón desde el Sol







Sembrado en perfumes de la noche,
ella, su rostro, volverse gris,
de jazmín sangriento, su lengua,
aquella vibración sutil de noche,
y sus párpados sedosos,
sutileza de su aire en mi costado,
mi pena somnolienta no avanza
ni sube la peña,
su amor me trepa
como blanca agua de enredadera,
estremeciendo los grajos en su ausencia.
Mariposa azul de tiempo congelado,
su amor me ha puesto en pie,
no existe olvido en mi libro,
oh gota azabache,
llórame tu luz,
como pájaro de carne,
y caléndula humana,
mi alma de canción en vuelo,
silencio lento, a flote,
vals asceta de su sonrisa,
como tuercen dos albas de labios,
y sus rosas alzan dos pétalos,
estoy naciendo de tus ojos en los míos,
oh, furtiva simiente tu dicha,
cuál no vive, pero si anda viviendo,
vuelto gris,
oh, mi Sol,
yo no quiero capturar tu luna escarlata,
quiero hacerla mía,
y que sangre no vea escasa,
abrir ritual líquido en pétalos bermellón,
y una mesa sobre la parra de Dionisio,
acostando bajo la sombra su hijo Baco,
servir el pan de Ceres,
y untar mi barba en miel todos castos dioses,
que mi pecho vislumbre atisbar de pálpito
exacerbado,
irreverente pintar su sonrisa ensoñada,
brindar pronunciando luces en rocío,
un manuscrito antiguo como el tiempo,
mi pulso de rasgo móvil,
fulgor otra esfera,
brillo, sombra, sudor en senos,
nudo de silencio, cristal purísimo,
aleteo de amor en viento, mi padre,
tu corazón golondrina desde la torre
regio Sol ferro.


Buer Förüq

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