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NUEVA PROFECÍA

 











Blande una noche de otoño,
soy muy joven,
apenas un lapso de madriguera,
apenas un latido de simiente amarilla estelar,
vengo que he salido de un gajo 
de mandarina,
apenas un tercio de suspiro
dulce,
el rubor danzarino
me arrulla
y regalarme quiere
como la noche regala
un alarido en bosque umbrío,


pámpano en anhelo,
tercio de vida,
sola urdimbre
miles de bocas
millares fauces 
crepitan,
el hueco dejó abismal,
la amable coerción de caer al suelo,
retemblando persigo el sueño argento,
la luna y su fantasmal
augurio, lento, traspuesto,
quiero erguirme
tierra dentro,
para rebrotar efímero,
y afincar mi planta,
guerra adentro no escuché su evasiva,
ni reto,
si no me equivoco,
el tiempo amigo,
armarme puede de lanza,
saeta y de guerrero 
asirme facha,
pecho hinchado,
y verso
en munición,
cruzaré meandros,
selvajes
como frondas suaves,
sol tras sol,
luna por fase creciente,
hasta el día
que cruzarte,
será ser de flor simiente,
y la simiente sembrarte,
no debe 
comprender la vida
yo apenas surqué la mía,
ráfaga y regalarte
ofrendarte millares flores,
reunirlas
y contarlas
infinito aciago de campo,
que pase el día su noche
que aventaré
que seguiré en pie
un muerto desnace
no muere dos veces,
cántico,
estremecido arde el corazón,
sin razón,
quien ofrendó
el azur del cielo
a su amada
merecerá algo más
que un manto azul
de serena eternidad,
no es mi vida tules
ni lumbres, desaforadas,
de hora abrupta
silencio mitad dos notas
vida llamando
su diabla muerte,
y hacen mal de unirse
como
carne y diente,
tiembla el oscuro intervalo,
quedando preciosa
la fusión
de colmillo
y agua ciega
sola sangre de gajo
de mandarina.
que embebió
tierra y tu figura,
hermosa melodía.


Förüq

 

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