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A su estrella

 














Oh, de refulgente ascua
milenaria Pléyades,
de cobija y manto oscuro,
noche esmeralda Quimera,
milenaria,
de cerca, 
de lejos inmortal cárcel,
de peldaños y estelas fauces,
giro mudo y sempiterno,
esmaltado,
de lánguida luna silenciosa,
miro más allá 
toqué mi fondo,
y tu cielo clavado,
argento señoreo tu galaxia,
oh apacible del tiempo,
y placer preso,
ahora, escribo,
de víveres,
y nubes cortejan,
sienes cual pétalos,
tus mares nado,
destino,
sueño vespertino eterno,
como la luz del sol,
rasguñante y tentadora,
veces embelleces,
veces abrasa,
clavar párpado fijo,
tornar reflejo
en brillo prófugo, errante,
más bella que mi estrella,
no existe ni parió nada,
de rostro me derramas,
de silbido,
y llamarada de sílfide,
puro cristal relamo,
tus pies de jara,
entre marcha
y el cándido fulgor,
desnudo a compasión
muevo que desplazo tinieblas,
luz clara envanece,
derraman lucientes,
instante de lumbre mi valor,
eclipsada danza mi lágrima,
refulgente espacio,
desplazo montes
embebo ríos,
llantos,
y arroyuelos embellecidos,
derramada me escuchas,
cruzas mi jardín,
de crudo aliento,
y colchón de arbustos rizados.
Hazme libre,
de aspecto pavoroso,
mi magna estrella reluciente.




FÖRÜQ castellano miguel Esteban

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