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Vino a comenzar el Infinito

 







I HOJA

Enclavado de maternal
cielo, avanzo
contemplo la grave desventura
de lágrimas sesgado
rienda d' este dolor
mil veces muerto determinado
entre nevado risco
alzado, me levanto;
locura está perdida,
cerca un lugar sombrío
donde yace lágrima
y su historia que hace
río y llamaron Tajo,
borrado de victoria,
obscura nube que llamé
Amor.
Día sereno en peñasco
duro.



II HOJA

Rigor que mi alma
siente,
de rigurosa azur rosa,
y su violín afónico,
desuso todos mis males
en contienda,
de ojos usados
doy lágrimas al río,
prado a su verde
el deseo más ardiente
a tierra germine
mi alegría,
a las Ninfas y
Nereidas hoy canto
que sin Señora Hada
no hay nocturnal
primavera.



III HOJA

Sin ella mi bien
incierto,
duermo en la floresta,
me crece de espalda
un verde fantasma,
su fortuna dice presta,
Fénix que canta
en forma de poesía
Milesiana,
amor que hiere recio,
creí yo, al fresco viento,
diosa en hermosura
desdeñosa y fiera
entre pretensiones,
ella vino a comenzar
el Infinito.



Druida Rama Roja

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