Ir al contenido principal

A Escarlata

 







Ay, sin tu vera
te conocí un día
a mitad de luna
sin tu vera te conocí
y de tu querer
caí preso toda mi vida. 
Ay, Escarlata mía
de ojos parco luneros 
ay, que sin tu vera
a imaginar sólo peco. 

II HOJA 🍃 

Cual rosa azur
mora, que cae del alba
llenando fuentes y piares
de blanca enredadera
y vil corríhuela 
Hermosa cual sombra
que se come la hoguera 
hermosa como piedra
rodera corres el río. 
Mi alma, desde que 
nací hasta que muera

III HOJA 🍃 

Cuando muera, 
otro zorzal romperá 
el gorjeo, 
otra endrina dará 
ay, que dará su espina, 
y de sangre de lucero 
te plañe hoy, 
de vena y surco
del barbecho a la era
que yo nací campesino
tu Jardín 
que si no florece
tres veces muero, 


IV HOJA 🍃 

Que muerto en pie
sin dicha ni gozo 
en la piel, ni fuente
que corra bonita
Como su agua fuiste
Escarlata mía, 
ay, cantarte sin tu vera
sólo mi sangre minera
será canción. 


Druida Rama Roja Förűq

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...