LETRILLA C
Luna sin armisticio
te presento
que está linda tu orilla
y la mar,
vapores sidéreos
de calzas en soles pétreos,
no trines golondrina
tu azahar
ni azabache llora mi cantar.
Alma en palacio de turquesas,
hecho el día
que rebrillante te ose mirar,
tarde anunciaba
de su perla y tu flor,
quise traerla sobre mar
cauce y rivera
en tierra militaria
sobria y ruda
de todo caminar,
camino arriba
sonaba ya noche
toda sombras procelosas
hasta nítidas
que cursaban y bailaban
como brotasen mi terco aljibe
cavé en almíbar
un recuerdo, y soslayada pitanza
entre magarzas y caléndulas.
y sólo usted mariposa
reina, que tu cielo,
eres mi cielo,
de mi infierno,
quiero vivir
en eco prevalente,
y divagar en tu sonrisa,
tenerte en manos
y hundir el peso hundido,
de aspereza,
truenos y centellas,
relámpago creces del universo,
rebrillas centella mística,
campiñas esta rosa te corto,
y guiño azur
para ti un noviembre de embrujo,
y sortilegio claro,
cumbre de muchos
yedra d' este patio,
de bella pluma y flor
danza mi espada
esta calma otoñada
y advierto,
mi confidente,
sí y también,
mi Señora Hada Lhiannan
Leannán-Sidhe,
mi lanza
bajo ala.
Förüq y Leannán-Sídhe
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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