RUGINOSO CANTAR
Luna te canto,
a la espera,
de un mundo
que mejor, peor,
para mí, no niego,
entre bordes de Aurora,
y destellos secuaces,
arribo del puerto azul,
largos cielos,
un puerto mi vida,
una estela fugaz,
voraz,
todos nervios silentes,
ajuares de estrellas,
las más bellas,
sidéreo avanzo,
sones por pesquisas
flamígeras
voy rumbo
sí los hoyos del Sol,
por despertar mi conciencia,
mi ciencia
en tomo de Tierra,
velando mi dama hoguera,
gimo un millar de sombras
trashumantes,
halos dictan,
muerta la suerte,
sólo queda bañarme
en su fuente,
vine que chico,
me iré grande,
acaso se requiere
don de gentes,
al carrasquillo mi amor,
bravo y valiente,
grande que indeleble,
sábanas espectrales
acaso conocerte
fuera suficiente,
de lustros en vena
ardo tu conexión,
angélica,
que de Averno ni parecido,
se brotó,
repiqueteo maestro,
oh Tornasol,
acrisolado deseo vence,
mirarte,
hablarte,
brindar tu cara
a mi rostro tenue,
tu sabor en saeta
hendir mi palpitar,
de siglos sintiendo y escuchando
llover a través de tus ojos,
y tu alma es mi alma,
mi Escarlata
ocasos y desvelos liman mis nervios,
cual cuerdas de violín,
y ruginoso filo de acero
pues mi navaja
blando a cortar tormento,
pues soy hombre
y no muero
vivo-muerto
si destino,
no te divisa en mi negro puerto.
Förüq
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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