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Plañe mi hoguera

 









Siento, puedes sentir
los tatidos en mi sien,
brotan latidos en mi frente,
chillan Vágidos indelebles,
como arrullos de plumas
y sonrisas albas
una solaz ala angélica
que me incuba,
sin control
oigo los lapsos fugaces,
las estridencias rectas
entre coronas
y candelabros
de noche helada,
y su luna escarchada,
fuera del cielo,
mantengo 
el control, y alerta,
vine a vencer sola hoguera
de fuego traspuesto,
y vicio en carisma,
tráeme tu ángel nocturno,
bailaré su agua lunar,
hoy era día,
remanso y su era
lamer de flor a filo espada,
un diestro albor,
estrella no fue tu joya
quizá fue de tu sangre
una gota risueña,
esquiva,
galaz,
pertinaz,
sola y divisible,
río y afluente,
cauce y rivera,
vals de éter y tu vida,
danza de pétalo,
carmín y granate, escarlata,
aquí en el lado mi puente
pobreza no existe,
me rodea compañía repleta,
llamada sola ánima mía,
ángel mío no me condenes
ya nací para rodear número y orden,
placer recto y condena de trabajada pesquisa,
bajo lo que siento,
aflora que rebuye,
un sin fin,
de ánimos y caras de extasía perpétua,
perdido en la ciudad,
atravesando cavernas de reflexión,
y humos pares,
¿dónde el sin parejo futuro mío?,
elevo semáforos y escaparates,
consumismos
y mentes veleidosas,
rezando a mi pasado,
trayendo mi presente,
la creación me arde  ahora,
creo en mi sueño refractado,
de caléndulas ardientes
y es hermoseando,
que tu embrujo me tomo de gallete,
metamorfosea tu belleza,
acuosa,
imaginada no saltes,
acaba el nervio
que atraviesa de faz capa
y entra cual cuchillo en la razón,
tiempo en encontrar,
tiempo,
de ser quien soy,
un sin miedo.




Förüq


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