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Ansia electrificada

 





I
Déjame ser,
por ti dejaría de ser la noche,
para ti dejaría de ser el sueño ardiente,
denso y profundo.
Dejaría de ser noche,
en escala y cruz desvelada,
de luz abocada
a su evanescer líquido
de ser estrella de agua.
Dejaría para ti de ser 
brillo cobrizo
y encapullado
toda rosa flamígera del atardecer.


II
Por ti dejaría de ser el Único Sol
que refulge,
y brilla terso en el día.
Para ti no hallaría soledad en ojos,
ni remembranza en melancolía.
Por ti sería quien te mima,
desde ascua, hasta tu estela milenaria,
tu voz.
Voz Angélica, 
que ni en adversidad,
abandona belleza de reflejo nominoso.


III
Para usted dejaría de ser rayo
que alumbra cada tormenta.
Crepitando
la poderosa centella,
por y para ti dejaría de ser 
brillo terso.
Ni electricidad de relámpago,
refulgentemente bello,
no sería ni poderosa destrucción,
que cabe
y culmina
en un bello parpadeo.
Por ti y para ti sería
poeta solo y acompañado
hijo de tu silencio infinito.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

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