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Tres hojitas tiene mi parra










I
El aire húmedo
preludiando un otoño venidero
mueve rosales y amapolas
ya difuntas se llevó
un estío de paja inútil.
Oh, estación estival
que casi ya se marcha
soplando raso un viento
por las eras,
moviendo la simiente
por la criba y trilla,
trigo rebosado
que la vida, su pan amasa.
Su cizaña y falsa avena
era suficiente, inextricable.


II
Excitas mis sentidos
como si sembraran
la floresta pasada
merodeando con la cerviz
enhiesta,
que parecía aromasen,
las daturas del borde
del cultivo, su savia dura.
Por donde desciende
mi arroyo y repecha
el maíz.
El pólen recoge Afrodita
fue a mis zarzales.

III
Frío de horizonte
y horario.
Niebla cada vez más cercana,
su rosa, su transparente velo.
Misterio consuma,
oh la blanca Aurora
podría vagar
por sus misteriosos sueños
de país remoto,
sideral.
Mi alma escardando
y de rastreo
por sus turquesas ramas.


Förüq Miguel Esteban castellano

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