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Infra- humano desnacer





Rutila el delgado vidrio de la serenidad,
que se quiebra cuando se desea,
el círculo se ha partido,
al que se adhieren todas almas deseosas,
tocamos su centro
y entonces no podemos evadirle.
Puentes se alzan de espíritu a espíritu.

Una carga hendida a cuestas, como cuenta infinita,
Ángeles abisales, Ángeles infra-humanos,
almas marchitas, de caminos inextricables.
Sólo se abre el cerrojo cuando nada se desea,
y todo queda obtenido, un Limbo sin nueva salida,
perenne, quién nos dirigió a tocar su centro,

candente,
entonces se obtienen lunas caídas y marchitas,
y su plata, andamos por la sombra
de nueva tierra, 
albas repletas de flores.
Reviven y nos vienen, 
pozo que revive los justos sueños,
entonces sentimos la muerte jugar
 con nuestra cálida boca,
 niebla fugaz en ubre amarilla,
debajo del mar sentimos ahogarse la luna, 
y astros apagados, que incitan
a asumir sin gloria
nuestras almas errantes.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 13/01/2022
Lugar UME Guadalajara España


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