Ir al contenido principal

Flama de pétalo en hoguera

 








No quiero ser llorado el grillo
que tierra adhieres y abrigas,
en sed de flama y pétalo de hoguera,
hermano mi alma,
que jamás estríen vuestras voces
mi alerta,
alineando sollozos de nubes
y caracoles de color, con instrumento
de alma das amapolas,
mi corazón con siniestra forma de ellos.
Agrupándose en espirales santas,
caracolas,
y oyendo el ala, ola o sólo su aliento
que me escucha,
con herida inabarcable
van mis ramas del difunto,
sin calor, sin pena redimida,
levantar hermanas parcas,
vuestras alas enamoradas,
que sin perdonar,
no os quiero me elevéis de lo vivo,
ni en mano de tormentas
sembraréis el rayo
a mi destino prevalente.
Ni a dientes me surcaréis mi honda calavera.
Mi terciopelo de sangre no es almendra espumante,
ni codicia tiene mi voz enamorada,
alma sin rosa,
sin cruz, y sin delito condenado.
Alma en metales por fuentes y abrevaderos,
manantial desangelado, 
amor de la espina, muerte enamorada,
no me veo más vivo contigo,
no te veas dichosa conmigo.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar UME Guadalajara España
23/01/2022



Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...