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Mares

 


Seña y santa señal obtenida
como donde nace todo sueño como fuego
naciendo de la madre opacidad,
láminas de frío terso derretido,
espíritu demencial, sosteniendo la piedra primigenia,

mis estrellas suscitadas, mi querer acorralado,
con corazón tras sendero que llora el sol,
su ojo celeste cae revelado,
al poder horizontal,
gota que evade de cumbre profunda,
arriba.

Alma con tantos señeros y latitudes equívocas.
Dicha de arcángel ilusionado, en piel nocturna,
instante que mi tierra pasa,
ligera por fiebre acaudalada,
viva la sombra, del otro lado,
convocando al espíritu del mar,
y mi salto queda Metropolitano,
penetraré su densidad, como un bisonte
y un tranvía sobre tu raíl.
Angosto vidrio,
que todos dictan es un sueño
de veredas extrañas.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
A 7/01/2022
Lugar UME Guadalajara

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