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FIRME CONSIDERAR






 




Prendido en hiel de un abismo,
desdoblado compás y su sino,
crujiendo el alba más preciosa,
por esquinas del cielo de nácar,
es esta escarcha un fiel carruaje
desmembrado entre corceles ciegos,
cabalgada cordura entre cristales,
entre espejos ardiendo,
un calor entre calores,
una vida que ni sí misma
se deja atrás. Avanza,
mece, y se deshace
corre vengo por ti,
traigo entre lirios del campo
mi silvestre trigo,
tráeme tu voz,
tráeme tu vida,
estoy moliendo mis azares,
haciendo surcos en mi alma verdadera,
trilla, trillando tu sentir morena,
esta espada que es una quimera,
entre juncos desnudos,
entre pizarras y cuchillos alzo
que vuelvo a nacer
entre hierro,
luchando por la luz
que me corresponde,
desnace esta era,
entre de mi siembra la espera,
 por esta cerca
el campo que dueño acaso tuviera,
ni inspiración cabe con barreras,

la idea quiere marchar
ensimismada,
por riendas de un caballito del diablo,
una desventura en plomo
un mar de esferas
es todo lo que siento,
por si pudiera manifiesto,
que el gris teñido de bruma,
abandona su sepultura,
vuelvo a mi gusto muerto,
la sombra que me envuelve preside,
rige, y desnuda mi alma,
para ser por fin
rosa de sangre,
vestida en azules trajes nocturnos,
mi semblanza
a este ocaso que mi voz sucede.
Entre espartos de mi iris,
por alfileres sembrando clavos
del campo,
anochece siendo de día
resplandece la una ausente,
y gozo la soledad de mi suerte,
sintiendo por fin dicha
por fin alegría
descubriendo este horizonte
por mares de sentir que valgo,
y que sí puedo que lo vuelvo bello,
hasta en tus molinos
que amanezco,
silos oscuros por yedras
que te alcanzan,
es mi siembra
una locura quieta,
es mi compostura de primera,
por la que clavo
a mi destino este abismo
de tinta encendido.

II

Oh visión de Quimera,
perdido en vil sueño Ebúrneo,
estirando el nácar de estrella,
vida de una vida bajo tierra,
compostura de signo infinito
en vals un placer corporal,
que canta, silba que yergue
columna y dulce acuarela,
yedras de alba
trepan este esquema,
pernicioso
ángel nocturno,
beso muerdo tu cuello,
por si tu tiempo acaso empero,
sierpe y viborilla de Medusa,
entre carruaje de estelas
y tiernos besos incipientes
piso un abrojo y blando sabor degusto,
un vespertino sino,
oh mi corazón un vilo,
amanecer exhausto,
niebla de soles,
afincar aura
entre sus criaturas hermanas,
hilvanas mi sed
y marcha la estántiga;
una fantasma de vestido su encaje,
mi fortuna ya no brillaba,
abrí manos
señora hada no te escapas,
un alboroto susurra a la diestra,
acaba de empezar
mi idilio nocturnal,
en vela de navegante
sin mar, sin astrolabio ni final,
rutas tu mar de sangres,
resumo mi vida
en un pétalo de caléndula,
modélame
semper a tu vera,
otra senda,
otra siembra no blande,
rumbo tu comunión de astros,
lo siento soy el cisne,
vida,
mi vida 
hoy necesito vivir en ti.


Förüq

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