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Sol líquido II




 





Voy surcando la huella de tu espíritu,
que hace río bajo mi curvo arado,
recorro tu tierra
sin precedentes,
ni llantos de simas abisales,
erguido mi madero
se afincaba bajo la sombra larga
mi ciprés enhiesto,
quise alborotarte,
mover tu fe
sobre mi densa espuma blanquísima,
lleno mi jovial entusiasmo parecía
abrir tu oscuro guiño como brota mi semilla,
sin ver cesar rayo
ni quejumbre gemida su trino,
que espolvorea lunas como soles
de bronce su celada,
labrador soy tu deseo risueño,
oh joven ama,
doncellita amapola,
de brevaje en sien tu dicha toda,
sórdidos fuimos, jauria en celaje cantado,
de trincheras y lares que subían
como enredaderas
o deseosas yedras las albas fugaces
y penitentes de no acabarse,
era huella el resplandor
violáceo al tacto de necesitar dos manos,
mi boca sedienta
quería tu agua ignota todo deseo,
feroz era hablarnos sobre rubor excelso,
y río sanguinoso tu remolino surcado,
no sé muchas cosas
pero llevo soñando
desde que mi ilusión te hizo con nombre,
ser en vida caléndula de sangre
y flor de Hércules,
camino nuevo
y alma vieja,
sin más oficio me alumbre
que besarte de parte a parte
mi Escarlata bohemia.



Förüq er- lobo bohemio Esteban

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