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Labriego sordo
















Alto y melódico el cielo
viento cenizo, fugaz y penitente
campanario álgido
riera en boca y toma de aljibe,
mochuelo, olivo,
luna de vespertino hocico,
espejismo,
¡Qué nobleza!
¿Para qué la vida?
Esa que traes flagrante, asida,
senda perdí y labré
de huella y estalactita.

Ilusiones mías
en manantial de esmeraldas,
fúlgidas y destellantes,
tardecinos van logros,
hojas abatidas, quieta razón,
de mejor postor,
oh desengaño vanagloriado,
de memoria en ceniza limpia,
de ardimiento y polvareda
marcha mi sino en boca de estrella,
calla mi ciprés,
luces asordinadas,
mi luna en mi hocico,
de rambla, de riera
llena mi terco aljibe
de este viento fugaz y penitente,
deshojó mi rosa
en tus labios de seda,
mi amor.



FÖRÜQ Y LEANNÁN-SÍDHE

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