Invisible coro,
que tus argentas alas acaricia,
allá entre trigales secos
que cantan sonoros al viento,
sol de rosas entre oros,
profundo camino fui,
de noche que ahumaba tu figura,
trenqueando mi vieja leña,
entre cruces y vespertinos cuentos
de hoguera y seña,
secular y vespertino,
cantaba mi pajar,
vestido de miel y abeja
de mi alma sonando
por todo tu lugar,
alma inocente traigo de pirata
cantiga de verso que nadie diga,
milagro eres de azul cristal,
campesino ruego al sopor marcial,
que cruje toda azada
bajo manos nobles este mi cantar,
oh sentido alumbras ya
cual trino de zorzal,
te hice amor de voz y alma penitente,
la sola gloria
de un sol
sobre camino florecido.
Förüq y Leannán-Sídhe
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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