EJE: Noche, salvaje, herida, sol, alma, pura, luz, silencio, deslumbra. Alzado a una noche, silenciosa, salvaje de clarividencia recta, que nada opaca quien no soy, oh de salvaje herida, profunda como carga de alma implosiva; de Sol que pernocta llorando a su luna, de luz sigilosa y pura, atónita como ninguna, pureza de un silencio ingente que dura, y perdura la llama estridente que ama. Y deslumbra que todo fue es y era como debe, ser la estocada imberbe, auge encontrado, entre mares de gente, y precipicios en escalas por avenidas dementes, quise ver la luz del Sol, avanzar el éter sediento, la línea horizontal, hendía el horizonte, hablé con mi jurisconsulto de umbra cual me dijo, que no me preocupara que a mí no me mata ni la parca negra, de Sol y sombra, de agua y granate sangre que llovió la tierra, hoy no huyo, pero al soliloquio confinado, trémulo, avanzo, liberando tigres en la ciudad, vistiendo flores de tersos besos, tanto de ella quise, que hoy zarpo mi designio alado, ...
Parnaso devorado mar de sienes ingentes caricias, mísera era ala. Escalé mi dulce yermo y sonrojo acontece fiel de almíbar lira y arpa el serrín de destino, oh tormento jamás yerto, no te necesito, me necesitas fiel de asidero. Va mientras mi barca procurando paz de un conflicto nunca existió. y ella, dudo de su realidad; jamás mil máquinas parirán la Flor. Förüq y Leannán-Sídhe