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Matinata

 
















Estoy sentado frente al poder
un escritorio, con papeles míos
escritos, llenos de sopor iracundo,
llenos de vil metralla,
se me abría a mis pies
un milagro estertor que rendía
la tierra castellana
vestida de verdes azares
y sus nupcias de vírgenes
encinas, se desplegaba
una matinata de rosa
azur primaveral,
milagro de tierra purpúrea
al tacto y cristalina,
al fragor las mañanas de 
vinos,


II
Matinal era la parda tierra,
comenzando en ocre cerro
y llevada a flautas y viñas,
don austero de molinos y
aspas entre aguaceros,
melosa va mi niña aflicción
paseándose dulce por entre
hoguera, bruma, y niebla
de pretil gesto su luna
de plata eterna,
camino de solas estrellas iba
saltando sus faldas,
pastoril y de dorada espiga
de doncellas y sus más de veinte abriles.



III
Vespertino canto de celeste dirección
anochece que jamás es poco,
miro yo el amapol del Sol
otra ocasión diría ababol
de pulcro corazón,
oh, mi Sol, entre herbales
y misterios claros encegados
a luz de luna
Albina viene y de fuente
grana, cristalina y aldeana;
de prado, de bruma,
que perfuma, y no esfuma,
hondonada, de mísera luz socarrada.



Förüq y Leannán-Sídhe

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