Ir al contenido principal

Empíreo sentido

 










Empíreo sentido:

He venido a ver la luz,
flamear la nueva hornada tu día,
sonriendo en la boca un diablo,
vine escudriñando metales,
solas aspas,
resquicios del sueño,
temperamental, majestuoso,
alcé mi hocico, a tu sola sombra,
me devolvió,
fragancias atónitas
cual amapolas febriles iridiscentes
las solas amapolas, fuego de tierra,
y sangre, oh la sangre
qué no daría por embeber la tuya,
relojes me avanzan tu seda,
hoy fue un día sin contar,
yo hablé con mi camino,
contestaron voces los campos,
sotos, y solares vetustos,
azadas rieras, y ramblas,
como surcos nueva tierra
y regueros,
vidas que fluyen la vena de acequia,
con canal de riego
y molinete que surte agua de regadío,
diestro, ambivalente,
avanzo sola pesquisa silvestre,
enigmática,
una espada y azada que más no me vence,
sigo caminando mi destino,
y no me desapego,
no te desestimo,
no te rehuyo,
ni te esquivo,
ven amor latirá nuestra noche,
una señora hada en sopor y lúmina esperanza,
ama dueña, del velo nocturnal,
y toda rasguñada profundidad.

Ven amor, ven muérdeme,
no te imploro,
si no me muerdes tú, te morderé yo.

Förüq y Leannán-Sídhe a 28-06-2023

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...