Ir al contenido principal

IMPRONTA REVERBERANTE

EJE:

Noche, salvaje, herida, sol, alma, pura, luz, silencio, deslumbra.


Alzado a una noche, silenciosa, salvaje
de clarividencia recta,
que nada opaca quien no soy,
oh de salvaje herida,
profunda como carga de alma implosiva;
de Sol que pernocta llorando a su luna,
de luz sigilosa y pura,
atónita como ninguna,
pureza de un silencio ingente que dura,
y perdura la llama estridente que ama.
Y deslumbra que todo fue es y era
como debe, ser la estocada imberbe,
auge encontrado,
entre mares de gente,
y precipicios
en escalas por avenidas dementes,
quise ver la luz del Sol,
avanzar el éter sediento,
la línea horizontal,
hendía el horizonte,
hablé con mi jurisconsulto de umbra
cual me dijo,
que no me preocupara 
que a mí no me mata ni la parca negra,
de Sol y sombra,
de agua y granate sangre que llovió la tierra,
hoy no huyo,
pero al soliloquio confinado, trémulo, avanzo,
liberando tigres en la ciudad,
vistiendo flores de tersos besos,
tanto de ella quise,
que hoy zarpo mi designio alado,
néctar ecuánime,
hilo de tacto enhebra la tersura de espada
que por ti, por mí
no quiebra la era
en que yo te besaba
y sin araña
día por día jamás te fallaba.


Förüq y Leannán-Sídhe



Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...