Ir al contenido principal

Boca de entraña




 





Misterios retornan a su nombre
solo, ante la cumbre;
me inclino al contorno los lirios
del valle, extasiaría torno
una golondrina,
al vetusto chopo yo suspendería
ruegos y señales,
piropos y vicisitudes,
en la faz del monte
nombraría a mis dioses,
moldearía el polvo silente
que hasta la mente envuelve,
ojos entre mar y arena
de rivera, oh, mi mar
de tierra, mi espalda herida,
origen de savia y fuego
maniatado, 


II

Tocaría el trueno
hasta llegar a su vertiente azul,
sueño de arcángel y
dragón verde cobre
entre alas de cuervo un milenario
estruendo,
vine a vivir alto como
se ve a una nube se
junta con siguiente,
si la vida se creó para
condenarse
lamo mi condena
de silueta y contorno
de hechicera
vino convocando la altura
repico dos tiros borrón
y cárcel vieja. Oh, te llamé Musa.


III

Primavera de luz lisonjera
a la espera, cruz de campos
flamígeros, palmo a trecho
lamo testero;
de luz, de sombra, de hispanidad,
es madre patria, sin sentar,
vencida sólo por mitología
pecho en gloria ungido,
me alzara un triste canto,
de honesta versión, la dicha,
que haces grande, si nacer
ocurriera, germinaría,
de nuevo en tu campiña,
mi Castilla bella, 
mi fiel semilla enamorada.


Förüq y Leannán-Sídhe

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...