Ir al contenido principal

Misiva en Golondrina

 


Mozo limpiador de edificios 









 

PECHO EN HIERRO MONTADO:

 

Infiere de nocturna flor

nuestra cabida de luz vana,

un día será el siglo de matices

con su avenida escalonada,

suerte en mimbre de tus estrellas

en mis pupilas,

desafíame el lucero

mi malva runa,

satina mi firmamento de lunas,

llega donde no llegan las enredaderas

de mis vilos noctámbulos,

soy enfrentamiento con mi existencia por ti

partida, vestirán las flores mi magia,

para florecer madrugando,

y que su espera me sepa bella, clara

como el osar brotado en primavera,

centella que gasta tu ambrosía amada

cobrando a mis cerrojillos nacidos del alba,

argos sumos en luceros despertando sus arañas,

nubes cabalga, aire sostiene tocando mi esqueleto,

Campos de Castilla, soturnales labradores,

abrid la tierra espera nuestro fruto de nuestras lágrimas

en acequias, hasta que llore el sudor de nuestras manos,

y las matas canten el fragor de nuestras bocas,

¿Quién me conoce en estas sierras de hoz y guadaña?

Yo soy el encargado de abrir los cielos

hasta que lloren, soy el que despierta a la semilla,

y grita flores con sigilo de chopo me guardo,

y entre rayos de bruma desciendo

hasta mi tierra madre de las sepulturas

de los abrojos creados,

pecho en hierro montado

soy esclavo de mis ojos liberados,

desafiando al viento creyéndole hermano,

soy la vida que me falta por escribir en bronce,

soy sangre, destello que mueve

la hoguera de mi escarcha.

¿Quién viene hoy por mi escala?

 

El Castellano



II
Tierra es mi sangre
Tierra es mi sudor,
Tierra es mi cuerpo,
Tierra es mi puro espíritu,
Tierra es mi feraz Musa;
avanzo, el final en el aire es una promesa,
sigue mis sueños
dentro de la noche
abre tu portón
serás mía esta noche,
sigue mi latido de sueño
esta noche
serás mía,
buscando el sonido
entiendas de un arcoiris,
solos tú y yo,
así suena mi Sol fierro,
seguiré mi sueño,
sígueme,
dentro de la noche
sé mi ira sin dolor,
carne, cuerpo, alma
de mi prestancia
serás mi ganancia perduradora,
estoy sintiendo tu energía,
quieres de mí,
soy el Inocente 
que llegó para agarrarte
baila,
pasión, delirio,
ira, fuego, pasión de espejo,
vine por tu acequia de abajo,
no hay infierno valedero,
pero si existe mi ira,
soy su encargado,
llamo a mi dios
en su nombre te acampo,
Gemineye
mi Ojo Sangre
dios Lvgvs 
tu mujer Subreptica
te llamo Yo tu hijo Förüq Setanta
abre el portón padre, que raje y desvele la Tierra.
Germinaré tu Misión.



El Inocente a 27 -06-2024
en golondrina a Musa Escarlata yo amo

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...